Concluye otro año y como siempre, se impone echar una mirada a lo más sobresaliente en materia cultural ocurrido a lo largo de 2025, aunque en verdad resulta imposible acoger en una sola página todo lo meritorio que artistas, escritores, promotores, instructores de arte… pusieron a nuestra disposición sin hacer vanas diferencias.
Resalta la presencia del sello Unicornio, con una decena de nuestros autores, en el lanzamiento de sus libros en la Feria de San Carlos de la Cabaña, entre ellos Osvaldo de la Caridad Padrón Guas (El don de la caricia), Mireysi García Rojas (Nadie permanece a salvo), Danilo Felipe Dìaz (Dafo para Gregorio y otros plagios) y Olga Montes Barrios (Desnuda ante el espejo), por solo citar varias de las opciones.
Esta feria sería el anticipo de la también popular feria del libro en Artemisa, dedicada a los escritores guanajayenses Gilda Guimeras Pareja y Enrique Garcés Montero y con la participación activa de los más importantes escritores e intelectuales del territorio.
De todos los libros que irrumpieron en escena, sería injusto pasar por alto Nadie guarde silencio, de la doctora Caridad Massón Sena, donde se recoge de manera detallada, sin manipulaciones de ningún tipo,
todas las intervenciones ocurridas durante el encuentro de Fidel con los principales artistas y escritores cubanos en junio de 1961, en la Biblioteca Nacional, preludio de las ya célebres: “Palabras a los intelectuales.
También resultó muy novedosa la aparición en versión Braille del libro Nunca más, de la autoría de Juan Manuel Méndez, un joven con serios problemas en la visión, pero ya confirmado como uno de los autores artemiseños más prometedores del momento.
El evento internacional Danzapuentes, en su cuarta edición, no solo dejaba en claro la contundente calidad de la compañía NC Dance, bajo la dirección de Jonnie Martínez Nieves, sino que ponía de manifiesto su magnífica capacidad de convocatoria para atraer a nuestros predios a excelentes agrupaciones de países como México y Turquía, ampliamente disfrutadas por el público.
Una de las columnas vertebrales de NC, la coreógrafa y bailarina Dorys Cabrera, con su pieza Suspiros, ascendería a lo más alto del podio de premiaciones en el Concurso Nacional de Interpretación DANZANDOS, celebrado en Matanzas.
A cuatro importantes creadores de la provincia estaría dedicada la Jornada de la Cultura Cubana: la actriz Graciela González, el tenor y profesor Rodolfo Chacón, el repentista José Renito Fuentes Cintado y el pintor Juan Carlos Muñoz Alfonso (El Taco), fallecido cuando aún le quedaba mucho por aportar a la cultura de nuestro país.
Su muerte, como la de Diony Arango, nonagenaria pintora bautense, representó una significativa pérdida para el universo de las artes visuales.
Incontables fueron las exposiciones dentro de este campo, entre ellas la postrera Estampas y momentos, del propio Muñoz Alfonso, La Habana que me han da´o, La Habana que te dejo, de Sonia Almaguer y
Denys San Jorge; Amores migrantes, de Ángel Silvestre; y Diez humoristas gráficos cubanos.
Entre los acontecimientos para destacar pueden citarse la XXIX Bienal Internacional de Humorismo, el Festival Internacional de Niños y Jóvenes Aficionados al Circo, Trasdanza, el Festival Infantil de la Canción Mexicana La Mochila Azul, el Jolgorio a Polo Montañez y el evento Aires de Mar, de la AHS, fundado por dos apasionados del rap: Raymel Quiñones y Xavi DJ.
A todo pulmón respiraron las peñas A viva voz, La Cofradía, Cantapalabra y El Restaurador, auspiciadas por la Uneac artemiseña, así como Profeta en su tierra, Horizontes geográficos, Nunca es tarde y Entre el verso y la pasión.
De esta organización llegaría la buena nueva de tres grandes: Rodolfo Chacón, el laudista Erwind Vichot y la doctora Caridad Massón Sena, habían recibido la Distinción por la Cultura Cubana y que los integrantes de la compañía teatral Los Cuenteros, encabezados por la galardonada actriz Malawi Capote, estrenaron la pieza La noche más oscura, del dramaturgo Kiko Figueredo.
En sus predios supimos que Etiel Gómez era el triunfador en el Premio Becas de Sonetos por su proyecto El reto de Sísifo, que Alberto Borrego había ganado el XII Salón Provincial de Artes Plásticas por su obra Guerra fría y Mireysi se había llevado las palmas en el Premio Villena de Poesía por su cuaderno Paginario lírico (tentativas de poetizar lo inconcluso).
Del pentagrama llegaron acordes festivos tras expandirse la noticia de que José Sisto López, líder de la agrupación Kolao, fue nominado a los premios de la XXIV edición del Cubadisco, al tiempo que conocimos de la realización de un sustantivo debate en torno a los acuerdos emanados del X Congreso de esta organización, donde se agrupa la vanguardia artística de La Mayor de Las Antillas.
Acontecimientos como la victoria de Playa Girón recibieron en el municipio Caimito una mirada cultural especialmente completa, pues esta abarcó la impronta del célebre acontecimiento, no solo en la parte histórica, sino también en el universo de la literatura, el cine, las artes visuales, la música y la poesía.
La figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, retornaría de nuevo a las páginas de este periódico, para recordarnos el papel esencial del autor de La historia me absolverá en la fundación del Sistema de Ediciones Territoriales (SET), el cual arribó este año a su 25 aniversario de fundado; ha sido imprescindible en el desarrollo del libro en Cuba y en la publicación de cientos de autores del patio.
Otro evento significativo en pleno verano, el Festival de Tradiciones Artemisa Mestiza, tendría como artistas homenajeados al guitarrista, profesor y promotor Valentín Puentes Sierra, director de la agrupación juvenil Nuevas Liras y Emelina Clavel Gómez, bastión del grupo portador Magino Arará, de Bahía Honda.
Proyectos como Manos a las tablas, de la actriz guireña Nachy Valle; Arte Vivo, conducido por las instructoras caimitenses Maylin Leal, Yenadis Díaz y Osleydis Torres, y el muy estimado Barro sin berro, en San Antonio de los Baños, demostraron cuánta belleza es posible entregar al prójimo en medio de tiempos tan duros.
No faltaron los imprescindibles homenajes en este año que concluye. A destacar, sin dudas, los realizados a una agrupación como Yawar, bajo la batuta de Rolando Méndez, fundada en 1973 y siempre dispuesta a servir dondequiera a las causas más hermosas de la cultura y el pueblo cubano.
No resulta ocioso en el presente resumen recordar la intensa preocupación de nuestros creadores por el estado de conservación de símbolos artemiseños tan memorables como las Ruinas del Antiguo Cafetal Angerona y las Ruinas del Antiguo Ingenio Taoro, la galería de Arte de Artemisa; la Casa II Congreso y el Museo Municipal Carlos Baliño, necesitados de pasar de inmediato a una situación constructiva más favorable por todo lo que patrióticamente representan.
En ese sentido, sería justo voltear la vista hacia la hermosa y práctica reconstrucción de la Casa de Cultura Mirta Aguirre, realizada por el grupo Bauta Color, con el prestigioso creador Adrián Infante al frente.
Esta reconstrucción demostró cuánto de valioso puede hacerse en favor de la belleza del arte y de quienes se esfuerzan cada día en entregarlo sin reservas a seres de todas las edades. La obra de Bauta Color ha de tenerse como un excelente espejo para mirarnos y mirar el rostro de la cultura cubana, lo primero a salvar siempre.
