Después del Himno Nacional de Cuba, compuesto por Perucho Figueredo, y el Himno Invasor, con autoría del general Enrique Loynaz del Castillo, uno de los primeros que entoné fue el dedicado a mi escuela primaria Ramón López Peña, en Ceiba del Agua, cuyo autor -reconozco con tristeza- me resulta imposible recordar, pero cuya letra y entonación aún repito de memoria.
De aquel entonces hasta hoy, he escuchado decenas de composiciones de este tipo, dedicadas, en numerosas ocasiones a provincias y territorios cubanos, entre ellas el reconocido Himno de Pinar del Río, pieza que, según asegura más de uno, sirvió a la madre del gran tenor Plácido Domingo para arrullar al futuro genio del bel canto.
Dos amigos caimitenses, uno narrador y poeta, Eric Adrián Pérez González, y el otro compositor y arreglista, Ángel Manuel Pérez Marantes (ya falle-cido), decidieron en 1997 aventurarse en la creación de un Himno para su municipio, Caimito, lugar con diversos acontecimientos históricos de valor dignos de ser incluidos en las estrofas del proyecto de Eric y Ángel o de otros creadores del terruño.
Eric ha señalado que todo comenzó cuando Carlos Baluja, entonces director municipal de cultura (también ya fallecido), le dijo que si ya Bauta tenía un himno, ¿por qué Caimito no? y que convocaría a varios escritores para, después de analizar las distintas propuestas, decidirse por una de ellas.
El autor de La Media Vuelta se tomó muy en serio el asunto y le entregó la letra a Baluja, quien a su vez la puso a consideración de la Asamblea Municipal del Poder Popular, de la cual recibió la aprobación.
Inmediatamente, Eric Adrián conversó con su amigo Angelito para que musicalizara la letra y este aceptó gustoso. Luego de sumergirse en tal empeño durante dos semanas, le dijo que ya tenía lista la música y lo invitó a escucharla en su estudio. A Eric le pareción realmente hermosa.
Con ritmos de marcha y habanera, Ángel se encargaba de redondear una creación conjunta, entregada a Baluja en un CD y estrenada en público por el músico y promotor cultural Ernesto Tejera con un coro de voces infantiles.
Hoy, lejos de lamentar que no se escuche este himno en los diversos espacios y eventos celebrados en Caimito, y muchos ni siquiera conozcan de su existencia, preferimos apostar por el rescate de una pieza musical donde bulle de manera sucinta y precisa el alma de un municipio entero.Este también sería un pequeño pero digno aporte a nuestra identidad.
HIMNO DE CAIMITO
Letra: Eric Adrián Pérez González
Música: Ángel Manuel Pérez Marantes
Desde las laderas del Rosario, y hasta el mar, aún está el descalzo pie aborigen y la huella del mambí. Allí nace de tu nombre el aroma y el dulzor. Allí crece tu esbeltez de surco y ola, el vaivén de las cañas en la piel, y la esférica voz de la naranja. Tu historia es la sombra de un árbola la orilla tranquila del sendero, la sonrisa frutal de nuestra tierra, el fecundo sudor del campesino y la mano del obrero, donde canta la herramienta. Del polvo de tus callesy del color de tu paisaje brotaron la edad y las palabras.