Cualquier escritor o artista que pretenda crear una obra intensa y trascendente debe beber de lo más diverso en materia cultural, de manera que su diapazón creativo se torne ancho y rico y en guerra constante contra lo chato y repetitivo.
Así va sucediendo con Jonnie Martínez Nieves, director de la compañía NC Dance, cada vez con más madurez en sus propuestas escénicas y más abierto a los nuevos aires que le traen a sus predios, lo mismo una compañía danzaria de Guantánamo que la de un país hermano como México.
Lo vimos durante la concreción del exitoso evento Danzapuentes, celebrado en varios territorios de la provincia. Más tarde, cuando Nc Dance actuó de manera exitosa en varios estados mexicanos, y ahora cuando la agrupación danzaría caimitense recibe la visita de trabajo del bailarín Víctor Hugo Loaiza, licenciado en Coreografía y egresado de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Víctor ya conocía bien a nuestro país, desde que estudió danza contemporánea en Holguín, bajo la dirección de la maestra Vianka González, una experiencia que lo metió de lleno no solo en la gracia de la danza cubana, sino también en el alma de los habitantes de la mayor de Las Antillas, intercambio humano que lo motiva mucho más que la propia danza.
Es un bailarín de danza folklórica que se movió hacia predios de la danza contemporánea y su modo de entender la vida lo lleva a tener preferencia por el trabajo colaborativo, no simplemente profesional.
Además, reconoce que el cubano tiene una cadencia orgánica muy atractiva y que tal vez por este motivo, aunque no prefiere el ballet clásico, acabó aplaudiendo de pie, saltando emocionado tras disfrutar de una versión de Cascanueces, en el Teatro Nacional de Cuba.
En México ha bailado en diversas puestas en escena; también en Perú, Alemania, Holanda y Gran Bretaña y en nuestro país ha disfrutado de eventos como la Fiesta del Fuego y la Fiesta de la Cultura Iberoamericana. Conocer las propuestas de Nc Dance y a su director lo llevó a buscar el más dulce de los pretextos para seguir en el corazón de Cuba.
Cuando fui a su encuentro en la entrada del cine teatro del casco urbano caimitense y nos presentó Eric Cartaya, asistente de dirección de NC, en el escenario se alistaban los bailarines de la compañía para acometer una de las sesiones del taller que impartiría Víctor con motivo de una pieza que pretende montar para esta compañía, nombrada Declive.
“Les enseño mi estilo, mi lenguaje del movimiento. Estamos viendo posibilidades escénicas para un futuro, son excelentes bailarines. Una experiencia de este tipo es importante porque contribuye al crecimiento de un artista, es fundamental para crear redes de intercambio y amistad”, comenta Víctor.
Inspirada en los derrumbes que suelen ocurrir en el alma humana y en cómo el hombre sale a vencerlos a como dé lugar, Declive trae otra experiencia enriquecedora al mundo creativo de NC, decididamente abierta a que repetición y pobreza creativa no dañen el crecimiento artístico de su trayectoria.
Víctor Hugo y Jonnie se sienten optimistas respecto a la acogida que debe tener esta pieza cuando ocurra su preestreno en julio de este año, en Artemisa, tierra donde cada día crece la admiración por el trabajo de NC Dance y donde han demostrado, con creces, la posibilidad de entregar arte de primera calidad cuando el corazón y la mente se abren de par en par hacia los mejores proyectos posibles.