Ha trabajado de manera dura y brillante, no soporta chapucerías musicales de ningún tipo porque para él la música se toca de manera perfecta o no se toca, está inscripto con todo derecho entre los mejores exponentes del pentagrama nacional, no porque lo asegura el humilde autor de estas líneas, sino porque figuras tan encumbradas y magistrales como Leo Brouwer así lo han afirmado.
Ese es el laudista bautense Erdwin Vichot Blanco, a quien recientemente se dedicó con toda razón el evento Artemisa Mestiza y quien acaba de recibir en la capital cubana la Distinción Gitana Tropical, otorgada por la Dirección Provincial de Cultura de La Habana a relevantes figuras y agrupaciones que hayan puesto en alto el nombre del arte y la cultura cubanos.
Vichot, también presente en varias ocasiones en las páginas de nuestro semanario, ha desarrollado no solo una labor ampliamente reconocida desde los más prestigiosos escenarios nacionales e internacionales, sino también desde los más modestos enclavados en su pueblo natal, Corralillo, y en su municipio, donde se puede disfrutar de sus prodigiosas manos en el laúd durante la celebración de humildes peñas, talleres literarios y otros espacios.
Bienaventurada sea entonces esta Distinción a quien tiene como premisa fundamental la máxima de que ¨el arte no existe para llenarse los bolsillos, sino para llenarse el alma¨. Bauta y Artemisa entera aplauden esta distinción a un maestro.