Otra prueba de que la escritora artemiseña Olga Montes Barrios se ha convertido en una de las más sólidas narradoras cubanas contemporáneas, acaba de darla recientemente tras obtener el Premio Ciudad de Matanzas por su novela Mujeres de café.
El jurado evaluador, integrado por los escritores Dazra Novak, Arturo Arango y Yuniel Riquenes otorgó el premio a una obra donde la mujer rural cafetalera es la protagonista y arribará en su variante audiovisual al espacio de la Telenovela Cubana en el canal Cubavisión, dirigida por Ernesto Fiallo.
Anteriormente, Olga había merecido este mismo lauro gracias a su novela para niños y jóvenes Danza de papalotes y ya acumula una larga lista de galardones literarios en su currículo.
Entre ellos destacan el Premio Abril de literatura infantil por la obra Chimbe; el Fundación de la Ciudad de Santa Clara, en el mismo género, por la pieza narrativa El celular encantado y el Regino Boti de narrativa por la novela Gorilas de Angumu.
Olga Montes ha confesado que escribe todos los días en el horario de la mañana y que para ella la escritura se ha convertido en un vicio, en una necesidad de vida que puede tomarla por asalto incluso cuando se propone descansar los domingos.
Su amplia obra narrativa incluye títulos como De la vida y la muerte, Por qué no nos visitan los extraterrestres, Desnuda frente al espejo y La bruja Maluja, entre otros.
Esta autora artemiseña irrumpió en el mundo audiovisual, para el cual escribió teleplays de tan buena acogida como Luna mía y Por culpa de las gallinas, además de que su relato El niño de chocolate también disfrutó de una versión en dibujos animados y le quedan por concretar en pantalla otros proyectos como una serie de 15 capítulos de animados.
