Decían supuestas voces autorizadas que, a partir del 30 de junio, todos los mangos cogían bichos, lo cual indicaba que la dulce y sabrosa temporada manguera había llegado a su fin. Pero lo cierto es que ahora, mientras avanza julio, la maravillosa fruta, aún sin un solo bicho perturbador, continúa llenando de arriba abajo los estantes de venta en cada esquina.
Los cubanos conocemos diversas variedades de esta fruta originaria del sur de la India: la manga blanca
y la amarilla, el mango manzano, el filipino, el mamey, el jay, el calabaza, el célebre bizcochuelo…, aunque aseguran los conocedores que las variedades llegan frescamente a la cifra de 50. En canciones populares se le ha rendido culto y se toma también como símbolo de belleza femenina y masculina
En fruta natural, batido, jugo, mermelada, compota…, de cualquier modo, los cubanos se inclinan ante esta fruta rica en yodo y vitaminas C y B-6, que, según la crónica Viaje alrededor de un mango, de Álvaro de la Iglesia, entró a Cuba a finales del siglo XVIII y se vendió entonces a precio de oro.
Hoy te proponemos una receta peculiar y muy mencionada: el arroz con mango.
Ingredientes
1 taza de arroz,
1 1/2 tazas de agua,
1 taza de leche de coco,
1/4 de cucharadita de sal,
1/4 de taza de azúcar y
2 mangos grandes pelados y cortados en cubos.
Modo de preparación
Primero, ponemos el arroz en el agua por casi una hora en la olla, luego agregamos parte de la leche de coco, la sal y ponemos a hervir, primero a fuego alto y después a fuego lento. Cocinamos con la tapa ligeramente entreabierta hasta que el arroz esté tierno y el líquido se haya absorbido por completo.
Dejamos reposar durante cinco minutos. Para la salsa, se calienta en otra olla a fuego medio, la leche de coco restante y el azúcar, revolviendo hasta que esta se disuelva. Coloca el arroz en un plato con el mango. Vierte la salsa sobre el arroz y decora a tu antojo. Si no tuviéramos en casa leche de coco, podemos innovar con leche de vaca, evaporada o condensada.
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