El impacto que causó en él la novela Las últimas vacas van a morir, del narrador y dramaturgo matancero Ulises Rodríguez Febles, llevó al periodista Reinier Del Pino Cejas a la escritura de la crónica Confesiones de un Frankenstein literario, con la cual acaba de obtener el máximo lauro de la VI edición del Concurso Nacional Caridad Pineda in memoriam.
Según cuenta Del Pino Cejas, la obra y los personajes de Rodríguez Febles se entroncan con su propia vida en predios campestres, con la de su abuelo materno Goyo, una suerte de alter ego de Francisco de la Cal, personaje de la novela del autor matancero, y con muchas de las realidades del texto de la novela, que se asoman con absoluta sinceridad a duras problemáticas de estos tiempos en Cuba.
“Seleccioné la novela Las últimas vacas van a morir, por los nexos que tiene la atmósfera de ese libro, con mi realidad de ser hijo de un batey azucarero de Caimito, a un par de kilómetros de una comunidad pecuaria. Fragmentos de la novela parecían pedazos de mi vida y por esos “pedazos” titulé mi reseña de ese modo y por ese motivo concursé bajo el seudónimo Francisco de la Cal”, comentó el laureado escritor.
Del diario de Ana Frank a Páginas del corazón, de Miguel Eduardo Hernández, y Cómo ser un hombre de verdad, de Pedro Arturo Menéndez, ocuparon los puestos dos y tres de este certamen literario, en tanto las menciones recayeron en Me pasó como al Quijote, de Enma Maray Martínez, Un libro y su guardiana, de José Antonio García, Con (cierto) barroco, de Miguel Terry Valdespino, y Pippa y yo, de Eurídice Legrá Mora.
El galardón al autor novel fue Gracias a la vaca, de Ariadna Pérez, y en el capítulo internacional de El Libro que marcó mi vida, el premio correspondió a Cuentos colimotes de Gregorio Torres Quintero, del mexicano Emilio Gerzaín.