Recientemente recordaba las grandes emociones que disfruté durante muchos partidos de las Series Provinciales celebradas en el estadio de béisbol Jose Ignacio Chiu, en Caimito.
Eran tan buenos aquellos campeonatos, que el graderío tras el home plate y las “gradas de sol” rebosaban de un público especialmente apasionado, como pocas veces he visto en mi vida.
Sobre la grama del Jose Ignacio Chiu vi desempeñarse a estelares jugadores de la extinta provincia de La Habana y Artemisa, como Romelio Martínez, José Ibar, Rafael Horta, Oscar Macías, Jose Ángel García, Eduardo Murgado… y, en funciones de director ganador, al ya desaparecido Danny Valdespino, entre otros, además de muchos reconocidos peloteros de equipos como Industriales y Granma.
Ese mismo estadio, orgullo de los caimitenses que han visto la victoria de su equipo en siete campeonatos provinciales, acaba de ser tratado sin piedad por el ciclón Rafael, al igual que otras instalaciones deportivas del municipio.
Tras valorar las afectaciones, el resultado arrojó la cifra de 200 metros de bloques de cerca perimetral, cinco planchas de zinc en el techo de las gradas por el área del ala de primera base, 50 metros de malla peerles y un poste telefónico partido e incrustado en la cerca muy próxima al área de tercera base, informó Ernesto Falero, director de Deportes en Caimito.
Falero apuntó que ya se puso en conocimiento de la Dirección Provincial del Inder y el gobierno en Caimito todas las calamidades ocurridas en la popular instalación, y se lleva a cabo una chapea general de toda la grama del estadio, sede de Juegos Nacionales Escolares y de numerosos partidos de la Serie Nacional cubana.
En medio de muy difíciles condiciones económicas, el estadio que hace más de 50 años construyó el pueblo caimitense, sin que nadie recibiera un centavo a cambio, vuelve a soñar que, más temprano que tarde, recuperará su lozanía de siempre y otra vez sus gradas estallarán de júbilo infinito tras la conocida voz de ¡Play ball!
