Apenas supe que actuaban en la comunidad Raúl Díaz Argüelles, casi en las afueras de Caimito, me fui a disfrutar nuevamente de la actuación de la compañía Danza Libre, con sede en Guantánamo y llegada a predios artemiseños con el fin de participar en la Jornada por el Día de la Cultura Cubana.
En un mano a mano con la compañía NC Dance y otros valiosos artistas artemiseños, los muchachos de Danza Libre, bajo la dirección de Elio Orestes Reina Figueredo, habían subido al escenario del Cine-Teatro Juárez en la noche del 20 de Octubre, para ser parte del espectáculo que regalara el director Jonnie Martínez Nieves al público de Artemisa.
Elio Orestes es bayamés y licenciado en Arte Danzario, en la especialidad de Folklor, pero cuando fue a Guantánamo para tomar experiencias de Danza Libre, quedó cautivado por el trabajo de esta y decidió no retornar a suelo granmense. No imaginaba entonces que a partir del año 2013 se convertiría en el director general de la compañía.
De su paso por nuestra provincia asegura que no tiene ninguna queja porque los artemiseños lo han hecho sentir como en su propia casa, con una acogida maravillosa por parte del público, aunque en este territorio no se contaba con una sola referencia acerca de esta compañía danzaria guantanamera.
A Elfriede Malher, una bailarina, coréografa, pedagoga y directora norteamericana, muy creativa se debe la fundación de Danza Libre, en 1990, destinada a ser una propuesta donde se mezclaran elementos de la danza folklórica y la contemporánea.
Elfriede arribó a Cuba en la década del 60 del pasado siglo y pudo haber permanecido en la capital cubana, impartiendo sus propuestas en reconocidas instituciones como la Escuela Nacional de Arte y en centros docentes de alto prestigio; pero prefirió arriesgarse, explorar nuevas posibilidades en otras zonas del país y encontró lo que tanto buscaba en la provincia de Guantánamo.
Allí trabajó fuertemente, no solo con profesionales, sino también con el movimiento de aficionados y en las comunidades y lugares intrincados. Nunca le interesó la popularidad. Lamentablemente, su muerte, en 1998, dejó un vacío profundo en el ámbito de la danza.
En Alfredo Velázquez Carcassés, discípulo de Elfreide y su brazo derecho, recayó la responsabilidad de tomar el puesto dejado por su maestra y lo asumió de manera brillante, al punto de darle mayor visibilidad nacional e internacional a Danza Libre. Su trágica muerte, con tan solo 44 años, fue devastadora para todos y resultó otro golpe brutal contra la cultura.
La regisseur Janeysis Chivás cubrió el puesto de Alfredo durante tres años y, en el 2016, Elio Orestes tomó las riendas del proyecto. En ese minuto le quedaban pocos bailarines y tuvo que, paso a paso, formar nuevos talentos y recuperar el repertorio activo. Para entonces solo quedaba completa la orquesta de la compañía.
Pero como el talento artístico no crece solamente en La Habana, desde el distante Guantánamo la compañía subió peldaños de calidad y tomó por asalto diversos escenarios nacionales y también de Estados Unidos, España, Italia, Chipre, Croacia y Gran Bretaña.
En el evento Danzan 2, en Matanzas, donde Danza Libre arrasó con los premios en disputa, se estableció el hermanamiento con la compañía NC Dance y su director.
Hoy, Elio Orestes lamenta no poder asistir a más eventos, incluyendo internacionales, debido a las limitantes reales de recursos, lo cual desmotiva el interés de los bailarines y los lleva a buscar horizontes más prósperos.
No obstante, agradece la alegría que le han regalado durante sus actuaciones en Artemisa, agradece esta jornada cultural, la actuación de su compañía en espacios flamantes y humildes.
Y, como era de esperar, si alguna vez vuelven a invitarlos a presentarse en Artemisa, removerán cielo y tierra para estar presentes en estos predios donde con tanta hospitalidad los acogieron.