Cuando a finales del año pasado el escritor caimitense Evasio Pérez González obtuvo el Premio Beca de Creación Uneac de Sonetos por su proyecto de libro Cantar a los malditos inconformes, estaba seguro de que el jurado había premiado una excelente propuesta de quien ya nos tiene acostumbrados a degustar una poesía de altos quilates.
También sabía que el producto final no iba a defraudarme, ni tampoco a los lectores. Lo que sí no imaginaba es que, de manera centellante, el autor de Poemas para otras vidas iba a concluirlo, tras una estampida de motivación que lo llevó a levantar, en un santiamén, la armadura completa de un cuaderno lírico intenso, duro a veces, tierno en otras ocasiones, y lúcido de principio a fin.
Pues así ha ocurrido con Cantar a …, listo ya después de recibir un enjundioso prólogo del investigador y poeta José Alberto Nápoles y en el camino que lo conducirá a la imprenta, primero, y a manos de los lectores, después.
Como amigo del autor, he tenido la suerte de degustarlo completo antes que otros lectores. Es un privilegio, lo admito, y también una responsabilidad, pues de algún modo el autor del libro espera que de tus labios brote no solo el elogio y la comprensión, sino también cualquier inconformidad o cualquier incongruencia hallada durante la lectura de los versos.
Con Cantar a …, Evasio ha vuelto a golpear fuerte. Su cuaderno, repleto de inconformes y suicidas, de hombres y mujeres que alzaron hasta las estrellas la dignidad de la poesía, la música y la política a lo largo de más de un siglo, constituye una rara avis en medio de tanta poesía desangelada y monocorde, incapaz de entender que la verdadera poesía siempre camina por el filo de una navaja, aunque se trate de, en apariencia, un simple poema de amor.
Dentro de todo este cuaderno, tengo preferencias mayores y menores. Lo admito. De las primeras los dejo con uno de los sonetos más contundentes, Por un trato de amor en adelante, fraguado por la intensa maestría de un poeta que, sin dudas, al pie de sus 70 recién cumplidos, parece escribir mejor que nunca.
Conmigo vivirán en lo adelante/ la rebelde, la negra, la afligida,/ la que fue violentada por su amante,/ la valiente, la dura, la suicida,/ la que empuja el coraje en la revuelta,/ la que grita con su cuerpo en los disturbios,/ la que lleva el futuro y no lo suelta,/la que deja la piel en los suburbios./Escribiré con lujo de detalles/ las que claman justicia por las calles/ con todos sus honores y quehaceres./ Guerreras perfumadas por las flores,/ abusadas y llenas de dolores,/ conmigo contarán esas mujeres.