Mencionar el nombre del santiaguero Luis Mariano Carbonell es hacer referencia, sin dudas, a una de las cumbres de la cultura cubana en estos últimos dos siglos.
Conocido internacionalmente como El Acuarelista de la Poesía Antillana, superó con creces la condición de buen artista para convertirse en un verdadero clásico de la escena cubana, desde la cual siempre regaló piezas extraordinarias, firmadas por grandes como Nicolás Guillén, Federico García Lorca, Emilio Ballagas, José Zacarías Tallet, Pedro Emilio Coll y Arturo Liendo, entre otros.
Ahora, cuando se cumplen 100 años de su nacimiento, dos caimitenses, el coreógrafo Jonnie Martínez Nieves, director de la Compañía Nc Dance, y el periodista y escritor Reinier del Pino decidieron, de manera conjunta, realizar en el cine teatro de Caimito un espectáculo a tono con este centenario y, para tal fin, combinaron armónicamente poesía y danza en el espectáculo Acuarela en movimiento.

La Compañía NC Dance nunca ha estado de espaldas al sello afrocubano que marcó la obra de Luis. Muchas de sus puestas en escena así lo reflejan. Para demostrarlo ahí están la versionesr danzarias de memorables temas como La rumba, Patakín, Bemba colará y Si me pudieras querer, los cuales forman parte del espectáculo-homenaje al brillante maestro.
De modo coherente se juntan a la danza tres de los poemas que conforman el cuaderno Estampas que llegan tarde, de la autoría de Reinier: Profundamente negro, La entrevista de trabajo y Empoderada, donde la huella de Luis Carbonell es ancha y profunda de manera absolutamente intencionada.
La obra de este santiaguero ilustre es larga y jugosa, repleta de historias, aciertos y anécdotas imperdibles, como aquella que lo remitía a sus tiempos juveniles, en plena república burguesa, cuando un adinerado y vulgar racista intentó humillarlo durante un espectáculo, pero al cual le recitó especialmente una obra que acabaría convertida en clásico: ¿Y tu abuela dónde está?
Hombre de cultura ecuménica, pianista, maestro de nuevos creadores, agradecido siempre a quienes lo respetaron, amante de la poesía más exquisita y diversa, la obra enjundiosa de Luis Carbonell debe conservarse como un tesoro cultural de la nación insular.
Sobre el peligro de que fuera olvidada, advirtió el documental Después de tanto tiempo, de Ian Padrón -parte también del espectáculo Acuarela en movimiento-, en el cual figuras como Los Papines, Pablo Milanés y Toni Pinelli advierten acerca de que es imprescindible no perder el fabuloso legado de Luis para las nuevas generaciones de cubanos.
Acuarela en movimiento, un espectáculo que próximamente se presentará en el teatro Sauto de Matanzas, me hizo recordar lo que había escrito en la mañana del 26 de julio en las redes sociales, con motivo de su cumpleaños 100:
¨Luis Carbonell, como Benny Moré y Bola de Nieve, es un artista irrepetible. Cualquiera que intente acercarse a su estilo de interpretar el arte, corre el riesgo inmimente de convertirse en su imitador¨.
Así de originalísimo fue don Luis Mariano Carbonell y así lo recordaremos siempre.

Luis fui un genio de la cultura cubana, un hombre con una obra a la que hemos de volver siempre. No tiene comparaciones con nadie. Es un ejemplar único dentro del arte en la ínsula y en toda la lengua española.