Entre tanto ajetreo de la última Feria del Libro en Artemisa, fue imposible concretar el panel De Sindo Garay a Bad Bunny: las letras de las canciones, a desarrollarse en la sede de la Uneac en la capital de la provincia.
No obstante, con la trovadora Marta Campos, el músico Rolando Méndez y la escritora Cecilia Valdés Sagué, tuvimos tiempo de, al menos, conversar sobre el hermoso acontecimiento que nos ha acompañado por espacio de medio siglo: la Nueva Trova, continuadora de los exquisitos aportes poéticos y musicales que realizaron autores de la talla de Sindo Garay, Miguel Matamoros y María Teresa Vera, entre otros grandes.
Sin embargo, el Festival de la Trova Pepe Sánchez, celebrado en la sede de la Uneac, permitió retomar lo que había sido pospuesto. Por tal razón, volvió a aflorar el nombre de Pepe Sánchez, el hombre que en 1883 diera a conocer su tema Tristeza (o Me entristeces, mujer), considerado la primera pieza trovadoresca de Cuba.
Aunque, como afirma el brillante laudista bautense Erdwin Vichot, estas definiciones tan absolutas son absolutamente discutibles y polémicas. Baste citar en este caso una pieza de tanto fervor poético como La Bayamesa, compuesta por Céspedes y Fornaris en 1851, auténtica creación que honraría el currículum de la trova de cualquier tiempo.
Recuerdo haber citado en esta ocasión a un sinnúmero de autores y piezas que componen la columna vertebral del pentagrama cubano, enriquecido por otras variantes poéticas y musicales que proceden de los ámbitos campesino, lírico y afrocubano, donde la visión de la vida, el amor, el dolor, las costumbres, la sexualidad…, tienen su propio sello y su rica y particular manera de expresarse.
Desgraciadamente, un fenómeno como Bad Bunny, antítesis de cualquier variente poética en el pentagrama, y al que varios críticos definen como “miembro de lujo de la alta realeza digital”, responde a minuciosa fabricación por los dueños de este ámbito, quienes lo han premiado sobremanera y convertido en un indiscutible fenómeno de masas para niños, hombres, e incluso para mujeres, a pesar de que sus temas las denigran abiertamente.
Uno se pregunta en casos como este: qué sensación invade a una mujer cuando, desde un escenario u otro medio, la llaman con todos los epítetos negativos posibles, cómo puede reaccionar positivamente su cerebro ante tanta denigración e insulto, cómo pueden ser ELLAS las que garantizan una parte muy sustantiva de las ganancias que obtienen sujetos de esta calaña.
No es un caso aislado. Otros ejemplares están dominando los más costosos escenarios y vienen a decirnos claramente cuánto hemos retrocedido en el gusto musical, cuánto se ha aprovechado de esta falla el colonialismo cultural para rompernos la guardia, aunque el vano y machista Bunny, de vez en cuando, decida vestirse con tacones y vestidos de mujer, o el narcista Maluma o el impredecible Chocolate quieran embutirnos el paquetazo de que no son machistas en absoluto.
Recordaba yo cuánto aprendí de los viejos y nuevos trovadores para un día convertirme en escritor. No solo aprendí de narradores como Carpentier, García Márquez, Rulfo…, sino también de estos trovadores y de otros como Serrat, Paco Ibáñez, Alberto Cortez, Silvio, Pablo, Amaury…, a quienes habría que recordar siempre por habernos llevado al corazón, en forma de canciones, la obra de Góngora, Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Nicolás Guillén, Rubén Martínez Villena…
Por ellos, y por otros que ensalzan el valor de nuestro pentagrama, debe ser la apuesta de quienes entienden la cultura como lo primero a salvar, aun en medio de un océano de mal gusto y figuras fabricadas sin el mínimo decoro de otros intérpretes de corte comercial que años atrás llegaban a nuestros oídos y preferencias, sin mucho talento ellos, es verdad, pero al menos con cierta dignidad.
Es duro el reto en estos tiempos tan banales. Pero no quiero estar de acuerdo con aquella frase emitida por el Nobel japonés de literatura Yukio Mishima: ¨La victoria estará siempre al lado de la mediocridad¨. No. Mientras nos queden a mano La Bayamesa, Mujer bayamesa, La tarde, Longina, Veinte años, Reclamo místico, Pensamiento, Convergencia, Tú mi delirio, La gloria eres tú, Yolanda, Unicornio, Acuérdate de abril…tantas y tantas maravillas, no entregaremos jamás la bandera del buen gusto y del arte verdadero a los mediocres de moda.