Más allá de la frase que sería repetida y manipulada hasta el cansancio, “dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada”, las ideas y principios del discurso conocido como Palabras a los intelectuales, en 1961, definirían y defenderían la política cultural del proceso cubano a lo largo de 60 años.
Aquellas palabras, nacidas al calor de tres jornadas de intercambio entre Fidel y un grupo de intelectuales, artistas y escritores de primera línea en la Biblioteca Nacional de Cuba, motivó que ahora, simultáneamente en todo el país, fueran nuevamente motivo de debate, tal como sucedió en la Casa de Cultura Raquel Revuelta, en Caimito, desde el espacio Palabras desde la casa.
La Doctora Caridad Massón Sena, historiadora del municipio, autora de varios títulos y de uno (en preparación) que narra en especial los pormenores de ese encuentro, destacó los fuertes contrapunteos y las diferentes posturas estéticas y políticas dentro de la intelectualidad de antaño y las valoraciones de figuras de tanto peso como Carlos Rafael Rodríguez, Virgilio Piñera, Alfredo Guevara, Tomás Gutiérrez Alea y el propio Fidel, entre otros.
La investigadora recordó cuánto la Revolución, pese a agresiones y sabotajes, se aprestaba a realizar en los terrenos del ballet, la danza, el libro, el cine… y la intención de Fidel de respetar y defender la libertad de creación de los artistas y, principalmente, el derecho de la propia Revolución a existir por encima de todo.
Miguel Giro Sosa, profesor de Historia y Marxismo, destacó que en otros momentos de la nación también se desarrollaron importantes polémicas culturales, dignas de ser estudiadas por las nuevas generaciones, y defendió la necesidad de que el socialismo siempre actúe a favor de la ética, la belleza y la espiritualidad.
El Máster Alejandro Batista Martínez, director del preuniversitario Ernesto Che Guevara, insistió en la necesidad de escuchar a los jóvenes. Resaltó el estrecho vínculo de Fidel (desde entonces) con los problemas de la intelectualidad cubana y cómo el presidente Miguel Díaz-Canel expresa esa continuidad y, al igual que el autor de La Historia me absolverá, la extiende a otros campos.
Osleidys Torres, instructora de teatro de la Brigada José Martí en el poblado del otrora central Habana Libre, destacó que, pese a las incomprensiones y falta de recursos, su trabajo con los niños les sirve para hacer más sensible su condición de seres humanos y la de quienes les rodean en espacios con disímiles problemas de vida.
El dúo compuesto por el violinista José David Miranda Blanco y el guitarrista Lorenzo Antonio Matos Sobrado, estudiantes de tercer año de la Escuela Provincial de Arte Eduardo Abela, en compañía de la maestra de música Taymara Blanco, amenizaron el intercambio con la interpretación de varias piezas musicales del pentagrama nacional.