“¡Silencio, que mamá va a grabar!”, ha dicho a mitad de entrevista para acentuar que en tiempos de pandemia es preciso explotar el trabajo a distancia, entre otras razones por proteger a su niño pequeño.
Responde cada pregunta como si se tratase de un programa de radio, con voz dulce, y su timbre nos arrastra 11 años atrás, cuando comenzó a recorrer los pasillos y cabinas de Radio Ariguanabo y a metérsele en el alma la pasión por su profesión, elegida sin saber, a muy temprana edad.
Maivy Cruz González estudió en el Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas Mártires de Humboldt 7, a sabiendas de estar cultivando un perfil para carreras de letras y humanidades. También era su anhelo formarse en un centro que la dotara de una base sólida para la enseñanza superior.
“No me disgustaban las ciencias, pero desde primaria escribía cuentos, canciones, poemas… Participé en concursos de español. Ya en la Humboldt comencé a prepararme para las pruebas de aptitud, con Joel Mayor, periodista de el artemiseño, quien me ayudó con la cultura general, la redacción… y arrancó de mí las dudas, porque me mostró todo ese potencial de la carrera. Y me enamoré del periodismo”.
Siempre escoges a Radio Ariguanabo como la primera opción, aun cuando no han faltado ofertas tentadoras.
“Creo que nunca voy a abandonar a Radio Ariguanabo, pero he tenido la suerte de colaborar con otros medios, como el habanero, el artemiseño, ArTv, Radio Artemisa y la revista digital Cubanow.
“Radio Ariguanabo es como si fuera mi casa. Me ata su manera de hacer, caminar por la calle y saber que quienes me observan también me escuchan y confían en lo que digo; de alguna manera uno se siente reconfortado”.
De pasiones y espiritualidad
“De la radio quiero aprender todo. Tengo conocimientos de edición, me habilité como locutora y soy directora de programas. Conduzco Pido la Palabra, espacio de opinión donde siempre se aprende y te creces como profesional”.
La familia como sostén
“Mi familia es corta, pero grande en espíritu, en fuerza, en guía, en corazón… A mis padres, más que el agradecimiento en la portada de la tesis, más que escribir mis dos apellidos como crédito a un trabajo, les debo su dedicación hacia mí. También a mi esposo, ahora lejos por razones de trabajo, que me apoya muchísimo como padre de mi hijo, mi mayor tesoro”.
Más allá de la pluma y la palabra
“¿Quién es Maivy? Una muchacha sencilla que disfruta de su hijo, a quien quiero dedicarle todo el tiempo necesario. Soy estudiosa de los idiomas: terminé inglés, francés y practico portugués.
“Disfruto salir, estar al aire libre, sentir el olor a mar, escuchar música, leer un buen libro… Soy una mujer que trabaja, regresa a casa y lleva una vida tranquila”.
Justo cuando la Federación de Mujeres Cubanas cumple su aniversario 61, esta joven periodista es un reflejo de cuánto se puede lograr, aun en estos tiempos.
“La COVID-19 nos ha obligado a modificar nuestras rutinas productivas. A distancia o presencial, siempre estamos ejerciendo, porque hay historias en cualquier rincón.
“Pese a las adversidades, 2020 puso en mis manos el Premio Provincial de Periodismo por la obra del año en radio, y obtuve otro premio con el testimonio de una ariguanabense que está viviendo la pandemia en España, lejos de su madre e hijo; esa historia lograda vía WhatsApp es un ejemplo de lo que podemos hacer a distancia”.
Lo dice la profesional que pregunta a disímiles directores, ante los micrófonos, lo que quiere saber el pueblo; la muchacha que, apenas en primer año de Periodismo, escuchó un aliento entre las paredes de la Casa Natal de Rubén… y escribió el testimonio que quizás Esther Martínez Villena hubiera querido contarnos a todos.
Muy bonita entrevista , la vi nacer como.periodista ,siempre confié y muchas veces arriesgué…..
Preciosa entrevista. Gracias a Odalis, siempre exquisita profesional, y a Maivy, que cada día nos muestra mejor cuánto nos falta por aprender. Felicidades a ambas, queridas colegas y excelentes madres.