Ajetreo constructivo se percibe en el Hospital General Docente Iván Portuondo de San Antonio de los Baños. Próximamente, debe quedar habilitada la nueva sala para atender a pacientes positivos a la COVID-19, con cinco baños, una estación de enfermería y capacidad para 30 camas.
El local, cedido por la Empresa de Aluminios Técnicos, se comunicará, a través de un pasillo, con el pequeño departamento (12 camas) que actualmente ofrece atención priorizada a quienes requieren de apoyo ventilatorio, oxígeno, o precisan ser trasladados a otra instalación hospitalaria de mayor envergadura, porque presentan- por lo general- un proceso inflamatorio como neumonía, que pudiera agravar su estado.
La explicación, ofrecida por el doctor Julio César Pérez, jefe de servicios de Cirugía y director en funciones, es una luz esperanzadora, en el momento más complejo de la pandemia en Cuba, agravada, además, por los insumos limitados para atacar al poderoso virus.
El Iván Portuondo, continúa prestando la totalidad de sus servicios. Centro de Referencia Provincial de Neonatología, se encarga de la atención especializada a recién nacidos, en situación grave, con peso inferior a los 1 500 gramos al nacer. Sin dificultades continúan también la atención al Programa Materno Infantil, angiología, ortopedia, medicina general, accidentes vasculares encefálicos y los servicios quirúrgicos para urgencias o emergencias como son las cesáreas.
Sin embargo, en ocasiones, el Cuerpo de Guardia del Iván Portuondo muestra una imagen aterradora por la aglomeración de pacientes que acuden sin ser considerados de urgencia. El doctor Julio César Pérez, sugiere que la población asista a los establecimientos de atención primaria, como son los policlínicos, donde pudieran controlarse enfermedades de hipertensión, diabetes o problemas digestivos, propiciando menos afluencia a las consultas del hospital y lograr con ello mayor atención a los casos que llegan en estado grave.
