Con todos los argumentos y razón, una vez más el Presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez, habló al pueblo a propósito de los sucesos del domingo, y rechazó las maniobras que terminan en aliento al vandalismo y a la delincuencia, pero al final solo unen más y deparan apoyo y defensa legítima de la Revolución.
“Para algunos puede parecer un vano discurso, pero ahí hay muchos sentimientos y emociones. No se puede lograr una respuesta obligada de la población como la que se vivió. Quisieron alterar la tranquilidad del domingo, el día de compartir con la familia”, señaló.
“Y la quisieron alterar en medio de una situación de pandemia compleja, donde los principales esfuer-zos son para el aislamiento social y distanciamiento físico, para cortar la transmisión de la enfermedad.
“¿No es cruel? ¿No es brutal? ¿No es inhumano? ¿No son genocidas todas esas acciones? Han tenido la respuesta que merecían y van a seguir teniéndola. Estamos conscientes de cómo podemos vencer también esa agresión”, reafirmó.
Díaz-Canel se refirió a las insatisfacciones entre la población. Pero quienes manipulan y provocan quieren aparecer como salvadores, replicó. A esos “no les interesa ni la Salud ni la alimentación del pueblo.
“Quieren cambiar un sistema para imponer ¿qué tipo de gobierno en Cuba? El de la privatización de los servicios públicos, el que da más posibilidades para una mayoría rica y no para una minoría. El que no tendría en cuenta los intereses y las necesidades de todos, el que no haría esfuerzos adicionales como los que tenemos que hacer”.
Es un discurso muy hipócrita que nos blo-queen y violen los derechos humanos de todo un pueblo durante más de 60 años, que lo recrudezcan en medio de una situación tan compleja como la pandemia, y se quieran presentar como salvado-res, contrastó. Levanten el bloqueo y vamos a ver de lo que es capaz de hacer este pueblo, capaz de una inmensa obra social subordinada casi a una economía de guerra, reclamó.
“¿A qué le temen? Al ejemplo de Cuba, a lo que pueda hacer Cuba en otras situaciones de más posibilidades económicas. ¿Por qué no pueden convi-vir civilizadamente en una relación con un país, aunque tengamos diferencias ideológicas, que no constituye ninguna amenaza para los Estados Unidos?”
El Presidente alertó sobre algo bien curioso. “¿Y dónde encuentra todo esto mayor eco? En un sector que es parte de nuestras insuficiencias, de los problemas sociales que no hemos podido resolver, un sector que delinque.
Ayer vimos delincuentes. Hay miles de maneras de modo pacífico donde los revolucionarios no conformes e insatisfechos, incluso los no revolucionarios, se puedan manifestar.
“Pero la propuesta no era pacífica. Hubo vandalismo, rompieron y tiraron piedras a tiendas en divisa, robaron artículos de las tiendas en divisas. Apedrearon a fuerzas de la policía, viraron carros. Un comportamiento totalmente vulgar, indecente y delincuente.
“Nosotros no llamamos al pueblo a enfrentar al pueblo. Nosotros hicimos un llamado al pueblo a defender su Revolución y sus derechos, y el pueblo apoyó. Nosotros no hemos alentado a nadie desde posiciones de fuerza o violentas. El pueblo fue a discutir y a argumentar, pero lo enfrentaron con violencia, y el pueblo se defiende y defiende sus derechos”, alertó.