Prescindir del nasobuco o no usarlo correctamente en espacios públicos y al interior de centros laborales es una de las principales infracciones multadas en el territorio, por un valor de 2 000 pesos, y de las más graves contenidas en el Decreto #31, que entró en vigor el 25 de febrero.
De acuerdo con Damay Naranjo Fariñas, jefa de Sección de Multas del Gobierno Provincial, desde esa fecha y hasta el 17 de mayo se habían impuesto 6 388 con un monto de 14 591 330 pesos, aunque solo se habían cobrado 2 903, (el 45,4 por ciento (%) del total.
Figuran entre los más rezagados Guanajay (27, 6 %), Bahía Honda y Güira de Melena al 33,3%; mientras San Cristóbal marcha al 33, 5. Las penalizaciones se aplican a quienes dificultan de cualquier forma el cumplimiento de las medidas sanitarias dictadas por la autoridad competente contra la Covid-19.
A la par, desde el propio 25 de febrero, funciona el Decreto #30 que regula precios, calidad y respeto al cliente en instituciones estatales. Bajo ese concepto Naranjo Fariñas apuntó que ya suman 309 las multas al cierre del 17 de mayo; 291 en el Comercio Minorista, por más de 1 600 000 pesos.
“El 67,7% de las impuestas en este sector están conveniadas entre seis y ocho plazos mensuales; no obstante, la ley establece hasta diez plazos de pago”, explica la funcionaria. También se han detectado violaciones en las empresas, a causa de errores en las fichas de normas técnicas que conducen a la malformación de importes.
“Se han impuesto en el ámbito mayorista 18 multas”, si bien se han cobrado seis y el resto están en término o conveniadas. Ante este escenario “trabajamos de conjunto con la Policía para acelerar la reacción de los morosos.
“Los gestores cobradores priorizan ambos decretos en su labor y se realizan conciliaciones semanales con los organismos impositores involucrados, como Salud Pública, Comercio, Direcciones de Higiene e Inspección, Finanzas y la propia PNR”.