Ha pasado una semana desde que el huracán Melissa azotó la región oriental del país. Para miles de cubanos han sido siete largos días desde que la naturaleza les mostró gran parte de su poderío.
Durante este periodo, el primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el miembro del Buró Político y secretario de Organización, Roberto Morales Ojeda, han visitado las provincias más afectadas.
Hoy inician un segundo recorrido para seguir, en el terreno, el proceso de recuperación.
Hacer frente a los destrozos que deja un fenómeno meteorológico de este tipo no es tarea sencilla, y menos para un país sometido a una guerra económica genocida como el nuestro. Pero en estas más de seis décadas de Revolución, desafiar imposibles se ha convertido en una tarea cotidiana. Y esto no ha sido por arte de magia: es el fruto de un sistema y de un Partido con gran capacidad de aglutinación, porque se ha desarrollado sobre la base de los valores más nobles y humanos.
Y esto no son simples palabras: lo respaldan las miles de vidas que se salvaron en operaciones de evacuación y rescate, sin escatimar medios ni recursos, y con la entrega desmedida de las fuerzas de las FAR, el MININT y los dirigentes de base.
Así lo vimos en la comunidad Camilo Cienfuegos, en Río Cauto, donde sus habitantes fueron rescatados en operaciones dirigidas por las máximas autoridades del Partido.
Con esos compatriotas que han preservado la vida, pero que han perdido muchos objetos fruto de su trabajo y sacrificio, habló el presidente del Consejo de Defensa Nacional de hermano a hermano. Los dirigentes del Partido no llegaron a prometer: llegaron a escuchar y a contribuir en la organización del retorno a la normalidad, un proceso que será largo, pero en el que no estarán solos.
En medio de aquellas tierras enlodadas por las fuertes inundaciones, los líderes dialogaron y todos coincidieron en que la vía más rápida para avanzar es el trabajo y el aporte de todos.
Horas antes de ese encuentro, en Cauto Cristo, Díaz-Canel y Morales también recorrieron comunidades afectadas, algunas de las cuales aún no han podido ser habitadas nuevamente por sus moradores.
La voluntad hidráulica de la Revolución: imprescindible para el presente y el futuro
La presa «Cauto del Paso» es la obra hidráulica de mayor envergadura que existe en la provincia. Esta es vital para el desarrollo de planes agrícolas de gran escala, tanto para el territorio como para la nación. Hasta allí llegaron los líderes para conocer las proyecciones que garanticen el óptimo estado de la infraestructura, la misma que permitió que en esta zona las inundaciones no fueran mayores.
Antes de concluir la visita, Díaz-Canel y Morales realizaron un chequeo junto a autoridades del territorio y ministros, abordando temas como la recuperación del servicio eléctrico, la vivienda, las comunicaciones y el abastecimiento de agua.
Sobre este último aspecto, instaron a actuar con la mayor agilidad posible.
En tiempos de estrecheces económicas, son imprescindibles el trabajo consciente de los afectados y de los compatriotas que llegan de otras provincias. También es necesaria la organización minuciosa de cada acción y el empuje de los cuadros. A esto han estado convocando las máximas autoridades del Partido, y lo han hecho sobre la fuerza del ejemplo. También han insistido en la importancia de la comunicación con el pueblo y en que las soluciones vendrán de las manos unidas de las cubanas y los cubanos.
