“Cuando se detenía el empaque de los sacos de pienso era muy engorroso definir con inmediatez el error, dada la cantidad de comandos del obsoleto sistema eléctrico”, refiere Yoan García Vilaú, graduado de Ingeniería Mecánica, al explicar uno de los problemas que derivó en innovación en la Unidad Empresarial de Base Fábrica de Piensos Leopoldo Reyes, ubicada en San Cristóbal.
La inventiva del colectivo de trabajadores de la Brigada de Mantenimiento radicó en un nuevo software automatizado, capaz de modernizar la longeva línea de empaque, garantizar la supervisión instantánea y evitar el entorpecimiento del flujo productivo.
El técnico de Mantenimiento, de 34 años de edad, con tres años de experiencia en la entidad, refiere que: “el sistema automatizado controla la línea de empaque, fija el peso del producto terminado, con la opción de modificarlo, según el envase y facilita el dato digital de la cantidad de sacos que se le suministran a un transporte, lo cual se hacía manualmente.
“Contratado con una empresa afín con la informatización, el software generó un gasto cercano a los 10 000 dólares, costeado al cambio en moneda nacional, pero en el exterior una moderna línea de empacado semiautomática oscila entre los 12 000 y 30 000 USD, en dependencia del nivel de complejidad y la capacidad.
“Si se le suman gastos de transportación e instalación en la fábrica, el valor crece, de ahí la importancia de la inventiva, en la cual participan casi todos los electricistas y mecánicos de la Brigada”, dijo García Vilaú quien documentó los conocimientos individuales para concretar el aporte colectivo.
El valor de los miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores en la fábrica es esencial, dados sus aportes al flujo productivo y el ahorro de importaciones, acotó Yunior Portales Oliva, especialista B en Control de la Calidad.
“El año anterior García Vilaú destacó en el Fórum de Ciencia y Técnica de la Empresa de Piensos Occidente, al recuperar la barcaza del tractor MK-654, usado en el traslado de la premezcla.
“Los obreros acarreaban a mano la soya para transportarla al turbo, con el consiguiente desgaste físico y la lentitud del proceso” amplió, en tanto, reconoció a los innovadores en el décimo mes del año que en Cuba se dedica a ellos.



