Impulsar la soberanía alimentaria sobre bases científicas y sostenibles es hoy uno de los desafíos más estratégicos del país. En esa dirección avanza el Programa Sectorial de Alimentos Humanos, una iniciativa del Ministerio de la Agricultura gestionada por el Instituto de Investigaciones de Granos, en cumplimiento de las políticas definidas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
Creado en 2019 mediante la Resolución 287 de la Ley No. 7 de Ciencia, Innovación y Tecnología, este programa sectorial nació con el propósito de financiar y articular proyectos científicos y tecnológicos que impulsen la producción de alimentos inocuos, nutritivos y de calidad para la población cubana, según explicó Daysbel Toledo Díaz, jefe del Programa.
El directivo amplió que el mismo, “tiene como misión incrementar la disponibilidad y el acceso a alimentos de calidad, mediante la introducción de tecnologías, la transferencia de resultados científicos y el uso racional de los recursos naturales”.
“Apunta, además, a fortalecer la sustitución de importaciones, generar exportaciones y desarrollar cadenas de valor eficientes, tanto para productos de origen vegetal como animal”, dijo.
Entre los objetivos específicos del programa, destacó el perfeccionamiento de la producción y certificación de semillas de alto valor genético; la conservación de germoplasma y el mejoramiento varietal, así como el desarrollo de estrategias para el autoabastecimiento alimentario municipal.
Es una meta también impulsar la sostenibilidad de los sistemas productivos mediante el uso eficiente de recursos naturales y energías renovables, al igual que la introducción de sistemas de gestión de calidad, inocuidad y nutrición en todas las etapas de la cadena alimentaria.
Proyectos y financiamiento
Durante este año el programa ha apoyado 37 proyectos científicos pertenecientes a instituciones científicas de los ministerios de la Agricultura y de Educación Superior, con una duración promedio de tres a cuatro años.
Toledo Díaz señaló que dichos proyectos abarcan áreas como granos, viandas, frutas, hortalizas, producción ganadera, mecanización, riego, empleo de bioproductos y extensión agraria.
El financiamiento, aseguró, proviene del presupuesto estatal y se planifica anualmente junto con el Ministerio de Economía y Planificación. “Cada proyecto cuenta con una hoja de ruta que articula sus actividades, tareas y resultados esperados dentro del plan general anual del sector agrícola”.

Principales resultados
Los avances más recientes reflejan el impacto del trabajo conjunto entre ciencia y producción. En 2024, el programa obtuvo 34 resultados científicos y tecnológicos, entre los que el directivo destacó la caracterización de sistemas agroproductivos y de los tenentes de tierras bajo régimen de usufructo; el mejoramiento genético de cultivares de arroz, maíz, sorgo y oleaginosas; el desarrollo de técnicas para la multiplicación y conservación de semillas y los estudios de suelos y variedades hortícolas con parámetros físico-químicos y sensoriales evaluados.
Es novedosa también la validación participativa de nuevas variedades de viandas, granos, hortalizas y frutales, adaptadas a condiciones tropicales; la introducción experimental de nuevos cultivos de trigo tropicalizado; la caracterización de tecnologías para alimentación animal alternativa, especialmente en el sector porcino y los avances en el mejoramiento genético de aves y ganado bovino, destinados a aumentar la productividad, la resistencia y la eficiencia de los sistemas alimentarios nacionales.
Todos estos resultados convergen en un mismo propósito: fortalecer los sistemas alimentarios del país desde la ciencia, la innovación y la gestión sostenible.
Retos y proyecciones
Luego de varios años de implementación, el Programa Sectorial de Alimentos Humanos se enfoca en nuevas prioridades, entre ellas la consolidación de sistemas integrales de calidad, inocuidad y nutrición que garanticen alimentos más seguros y saludables para la población.
El directivo añadió que igualmente se trabaja en diversificar las fuentes de financiamiento, promoviendo la colaboración internacional como vía para asegurar la sostenibilidad de los proyectos, de ahí que la convocatoria 2026 ya incluye propuestas con contrapartes y financiamiento internacional, lo que augura un mayor impacto científico y económico.
El desafío —asegura Daysbel Toledo Díaz— es continuar fomentando la producción diversificada y sostenible de alimentos, elevar su valor nutricional y hacerlos accesibles en todas las mesas cubanas. En palabras del directivo: “Nuestro objetivo final es garantizar una alimentación más sana, más variada y sustentable para el pueblo, sobre la base de la ciencia y la innovación.”
Por: Adianez Fernández Izquierdo, *Zunami Blanco Rodríguez y *Jesús Dávila Cabrera
*Comunicadores del PSAH
 
	    	


