A las madres palestinas que lloran a sus hijos, a los jóvenes que resisten con piedras y sueños, a los ancianos que guardan la llave de una casa que ya no existe, les decimos que no están solos, proclamó Joseph Carlos García, presidente de la FEU en la Universidad de Artemisa, durante el acto en solidaridad con el pueblo y la causa de esa nación árabe.
Nuevamente, el Mausoleo a los mártires de esta tierra donde la rebeldía hizo historia, se convirtió en tribuna para exigir el fin del genocidio.
Cada día, entre las ruinas y el polvo, un niño palestino mira al cielo sin entender por qué su casa ya no está, por qué su escuela fue destruida, por qué el miedo se volvió rutina, denunció el joven estudiante.
“Y, mientras muchos callan, nosotros no podemos callar, porque la FEU, heredera de una tradición de lucha y solidaridad, no fue creada para mirar hacia otro lado. Nos enseñaron que el dolor de un pueblo es el dolor de todos”.

Por eso, clamó por justicia y declaró que, aun cuando intenten borrar su nombre, Palestina sigue viva, en cada corazón solidario, en cada lágrima que se convierte en bandera, en cada palabra que se pronuncia hoy con emoción y tristeza, pero con esperanza.
También los repentistas Geovany León y Miguel Herrera alzaron sus voces, para insistir en que “solamente el mundo unido puede salvar el corazón herido de Palestina”.

En ese sitio sagrado de la Patria, se recordó la advertencia de Fidel sobre los peligros de callar, y su convocatoria a no quedarnos tranquilos ante el genocidio.
Anisley Gómez Angulo, primera secretaria del Comité Municipal de la UJC en Artemisa, declaró que esa lucha no es solo del pueblo de aquella tierra antigua, bañada por la historia y la fe, sino también de los cubanos.

Se congregaron allí alumnos de secundaria, de preuniversitario, trabajadores y pueblo en general, bajo el liderazgo de la integrante del Buró Político Gladys Martínez Verdecia, Primera Secretaria del Comité Provincial del Partido; del Gobernador Ricardo Concepción Rodríguez; y de las organizaciones políticas, estudiantiles y de masas, así como las FAR y el Minint.

Por supuesto, hubo danza y canciones, a cargo del grupo NC Dance, la artista Nachy Valle y la cantante Yara Veliz. Vivimos en un país libre, cual solamente puede ser libre, pero Artemisa no guarda silencio.
