Vuelven soñadores a pesar del medio siglo. Llegan con guitarra, tambores, pianolas y miles de sueños a cuestas. Ya no son los de antes, aquellos jóvenes de una escuela al campo que galoparon en sus propias utopías y volaron alto con la magia de la música.
Sin embargo, los une el mismo amor por la trova. Rolando “El Gordo” sigue como timonel del buque. Está ahí, con los mismos deseos de aquel verano de 1973. Sonriente, conquistador, jaranero. Amigo de todos y exigente cuando se trata de trabajar y componer.
Otra vez el Ariguanabo querido los abraza. Vuelven a la poesía de Silvio, el son de Juan Formell y la salsa de Adalberto Álvarez.
Están ahí, los puede palpar el público, ese pueblo que aplaude su solidaridad a través de los acordes de la guitarra y la voz melódica de sus cantantes.
Yawar, sangre de un pueblo de tradiciones. Yawar el grupo que no falla cuando de amar se trata. Están en la memoria de Tarragona, Mérida o el Vaticano. Están en la Bienal del Humor y en las caricaturas que atesora el Museo. También en los barrios vulnerables, en los conciertos de Silvio, los espacios junto a los abuelos en casa y las giras por los centros educativos de Artemisa.
Más de un siglo los abraza. Sin embargo, siguen conquistando multitudes. Despiertan con las musas a orillas del manso río. Su canto huele al tupido monte de yagrumas y ceibas. Caminan las calles de la villa y atrapan el saludo de su gente.
Yawar de Pupo y Pititi. Yawar de Sandalio Camblor en la Peña del Río, de la Fundación Ariguanabo en defensa de salvar lo que parece insalvable. No hay dudas, la historia de los yawares se escribe con mayúsculas. Ellos, como Abela, Quidiello, Nuez y Boligán, trascienden en el tiempo y la memoria.
La Taberna del Tío Cabrera, el cine teatro del Círculo de Artesanos, La Quintica y los espacios de Palmares, renacen con su presencia. Ya no son los de antes. Algunos peinan canas, otros llevan unas libritas de más. A pesar de todo vuelven, regresan, llegan por San Antonio de los Baños, como los guajiritos de la antológica canción del trovador.
En el Museo Municipal de Historia José Rafael Lauzán, los ariguanabenses celebraron el aniversario 52 de la emblemática agrupación, en el marco de las actividades por el aniversario 231 de la fundación de la Villa del Humor y la edición 49 de la Semana de la Cultura Ariguanabense.
En el homenaje en el que se dieron cita personas muy allegadas al grupo, Gladys Pulido, directora de Cultura en San Antonio de los Baños, entregó un reconocimiento a Rolando Méndez, director de la agrupación, como digno agradecimiento a los años dedicados al rescate de los valores musicales y autóctonos de la Villa del Humor.