Omar Pérez Jacinto es sinónimo de compromiso y dedicación en el ámbito educativo cubano, desde su trayectoria en aulas universitarias hasta sus misiones internacionalistas.
En 1971, tras graduarse de la Universidad de La Habana, se unió al Centro Universitario de Camagüey, como profesor de Matemática y Física en las carreras de Ingeniería en Agronomía y Meteorología. Su aporte a la formación de profesores de Física para facilitar el acceso a la educación superior de los trabajadores de la provincia, está entre las labores más significativas que afrontó a sus inicios.
Su compromiso con la formación docente lo llevó a participar en la elaboración de planes de estudio, programas y libros de texto para el I Destacamento Internacionalista Che Guevara, dedicado a la formación de profesores de la Educación General Media.
Posteriormente, trabajó en la elaboración de planes y programas para la Licenciatura en Educación, aunque especial significación tiene en la formación de profesionales de la Física la publicación del libro Oscilaciones y Ondas.
En 1986, Pérez Jacinto integró el concentrado internacionalista en Guinea, donde impartió clases a estudiantes de primer año de la Licenciatura en Educación de todo el país.
Posteriormente, partió hacia Angola como jefe del equipo técnico asesor de todos los metodólogos del Destacamento, atendiendo todas las provincias del país en medio de una situación de guerra. Durante su estancia en Angola, también trabajó en el Centro de Investigaciones Pedagógicas y de Inspección Escolar (CIPIE), donde escribió los libros de séptimo y octavo grado.
Tras su regreso a Cuba, se incorporó a la Facultad de Física del Pedagógico Varona como jefe de Departamento, donde impulsó la construcción de laboratorios y la adquisición de equipos de electrónica, óptica y atómica y nuclear en Alemania, contribuyendo al desarrollo de la enseñanza de la Física en el país.
Como profesor del Varona fue convocado por Eduardo López Núñez, compañero en Angola, para trabajar en el Instituto Superior Pedagógico (Villena). “En aquel momento era provincia La Habana. Atendíamos los 19 municipios de la región con una filial en Güines.
“Como vicerrector de Investigaciones y Posgrado impulsamos la formación de doctores. Llegué a tener un número esencial de diplomantes como para solicitar un programa de formación doctoral.
En medio de ello presento mi tema doctoral que propone un esquema conceptual, referencial y operativo sobre los modelos estadísticos de las investigaciones de corte educativo, pero con un enfoque, de ruptura con la racionalidad y la lógica clásica. Como resultado se obtiene un coeficiente para determinar el grado de coherencia en sistemas y procesos educativos. El hecho tuvo un impacto significativo tanto dentro, como fuera de Cuba.
Trabajamos mucho con las investigaciones de la realidad educativa en la provincia. Aquella etapa de la formación generalizada de los profesores, de todas las enseñanzas también en la Maestría, funcionó bien.
“En el año 2013 se realizó la unificación de la enseñanza superior, con la participación de los Centros Universitarios Municipales pertenecientes a la Universidad Agraria, las filiales de Cultura Física y el Villena para crear la Universidad de Artemisa.
“En la nueva estructura me desempeñé como director del Centro Estudios a la vez que brindaba asesoría a los nuevos cuadros, lo que me permitió continuar con mi labor de investigaciones.
No es casualidad que en tantos años de trabajo Pérez Jacinto sume a su haber la formación de másteres y doctores cubanos mexicanos, colombianos, chilenos, ecuatorianos, dominicanos…
En su conversación, Pérez Jacinto hace una pausa para agradecer a Fidel el desarrollo alcanzado por Cuba en el ámbito Educacional. “Yo he tenido la suerte de estar en la mayor parte de sus ideas fundamentales, como fue la alfabetización, la creación de las escuelas en el campo, la formación de docentes y la labor internacionalista. A los jóvenes que están hoy en las aulas los exhorto a aprovechar al máximo el tiempo. A investigar para hacerse hombres y mujeres útiles. Lo dice quien no ha tenido otra vida, que aquella que le han regalado las aulas”