La historia del béisbol cubano recoge a grandes lanzadores que por sus resultados pasaron a la inmortalidad y perduran en la memoria de los amantes a nuestro pasatiempo nacional. Desde José de la Caridad Méndez hasta Aquino Abreu, Vinent, Lázaro Valle y Pedro Luis Lazo, dejaron su impronta en los numeritos estadísticos en el arte de lanzar.
Hoy San Antonio de los Baños cuenta con un joven de la categoría 13-14 años que, sin saberlo, pasa a la historia del béisbol artemiseño y cubano. Se llama Johnatan Martínez Peñalver. En el actual campeonato provincial lanzó un partido sin jits ni carreras y un juego perfecto. Los contrarios fueron Bauta y Mariel.
Encontrarlo no fue difícil. Johnatan es popular pese a su corta edad. No se caracteriza por muchas palabras; prefiere ser protagonista desde el montículo, con rectas rápidas y cambios en curva y slider.
“Comencé a los cuatro años, por casualidad y gracias a una vecina que llevaba a mi amiguito al estadio. Mi mamá le preguntó a ella si podía llevarme a jugar, y fuimos. Allí me recibió el profesor Yuri Fuentes y empecé a jugar béisbol, siempre como lanzador.
“Pedro Almira González me enseñó lo que sé en el arte del picheo; cuando lanzo, no olvido sus consejos”.
En el béisbol cubano, varios lanzadores han propinado juegos de cero hits cero carreras, entre ellos los artemiseños José Manuel Pedroso, Jorge Luis Machado, Jonder Martínez, Ricardo Martínez y Geonel Gutiérrez.
Solo uno tiene la hazaña de lograr juego perfecto en Series Nacionales, el espirituano Maels Rodríguez. En eventos internacionales lo consiguió el capitalino Lázaro Valle Martell, ante Corea del Sur en una Copa Intercontinental. Ahora, este chico deja su nombre para la historia con dos juegos de esa magnitud: primero el cero jits ante Bauta y después el perfecto frente a Mariel.
“Nunca pensé que podría hacerlo. Salgo a lanzar enfocado en trabajar bien y dar strikes para ganar. Antes de cada presentación me preparo psicológica y físicamente. El día del juego de cero jits cero carreras, me lo dijeron cuando faltaba un out. Y lo mismo sucedió en el juego perfecto.
“Me basé sobre todo en la recta rápida y la curva. Con esos lanzamientos me siento muy cómodo. Estoy feliz por lograrlo y dispuesto a seguir aportando a mi equipo de San Antonio de los Baños y a la provincia de Artemisa”.
Johnatan revela que su referente es Yunieski García, “un lanzador de mi pueblo que me ayuda mucho y me aconseja”.
Aunque no tiene tradición familiar en el deporte, agradece el apoyo de María, su mamá, y del veterano jonronero Willian Hernández Marín, también a sus entrenadores Karen Valdés y José Carlos Padrón. Como un verdadero artífice del box, el joven ariguanabense se está labrando un prometedor futuro en el béisbol. Solo le resta seguir con disciplina y entrega, para regalar otros triunfos al pueblo que ya le admira.