El programa de cambio de la matriz energética y el uso eficiente de la energía, ocupó la agenda del Comité Provincial del Partido en Artemisa, al exponer insatisfacciones de la población, no solo ante la complejidad con la generación eléctrica, sino por la desinformación, a pesar de los canales existentes, sobre todo digitales.
Se abogó por mayor conciencia de los consumidores, al ser perceptibles reservas en el sector estatal y residencial que pudieran tributar al ahorro.
¿Ahorro? Sí. Existen tiendas recaudadoras de divisas que cierran de día con todas sus luminarias encendidas, climas funcionando sin que se esté prestando servicio, y otros ejemplos, explicó la integrante del Buró Político Gladys Martínez Verdecia, Primera Secretaria del Partido en la provincia, e indicó un trabajo integral de las organizaciones de masas, y las comisiones energéticas en los municipios.
Existen formas de gestión no estatal que no declaran el consumo y otras que sostienen su funcionamiento en horario pico, centros altos consumidores sin informar la lectura diaria del metrocontador, fraudes eléctricos aún sin detectar, un ineficiente sistema para recuperar las pérdidas eléctricas y de las oficinas comerciales en la lectura y cobro de las tarifas mensuales, se explicó en el informe.
El pleno se refirió, además, a la soberanía alimentaria, la educación nutricional y el programa de autoabastecimiento, con avances discretos, afectados por la falta de combustible, fertilizantes, el control y explotación de la tierra, y la situación financiera de algunas cooperativas, por citar solo algunas limitaciones.
Los precios de los productos, las cadenas ilegales de comercialización, el desvío de cultivos y otras distorsiones fueron mencionados, junto a la débil contratación y los impagos; incluso, se reconoció la necesidad de involucrar más a los niños y adolescentes, en poner en la mesa lo más sano, propiciar una cultura en la presentación de los platos, y en la cocción con más especias naturales, explicaron los presentes.
Tanto como sembrar y cosechar, educar se convierte en una obligación, de ahí la implicación de Salud Pública, Educación, la universidad, los campesinos… y otros factores, organismos y entidades con su aporte a este programa, el cual tiene tres años de puesto en práctica, y precisa de mayor integralidad, acotó Martínez Verdecia.