Aún mayo apasiona desde la celebración de su primer amanecer. El Día Internacional de los Trabajadores siempre nos convida, y esta vez las razones son más poderosos. Dirigimos la mirada hacia los Héroes y Heroínas del Trabajo de la República de Cuba, en la provincia. Solo nueve, entre los más de 460 000 artemiseños de los 11 municipios.
Una China, cuatro ruedas y un timón
En el Sindicato del Transporte, una mujer que se volvió ícono Mirtha Arozarena Valido, La China, al hablar de ella, menciona de primera a Vilma Espín.
“Me dio oportunidad, siendo una guajira del central Orozco, de Bahía Honda, a unos 80 kilómetros de La Habana, de habilitarme para conducir. El examen de la Licencia de Conducción lo tuve que hacer dos veces, pues, un machista en el camino intentó desafiarme.
“Aunque rezan en mi expediente laboral varios oficios, hasta de gastronómica, ser taxista siempre fue mi condición natural”, dice, y disfraza con sus ojos chinos y su sonrisa, ese gesto de amor por cuatro ruedas y un timón.
“Un día, ante una acción de agravio, me propuse trabajar sin descanso. No había ruta ni horario difícil. En cada chequeo de emulación era la más laboriosa, hasta llegar a varias medallas, Vanguardia Nacional y Heroína…
“El 20 de diciembre de 2024 me jubilé, a los 82 años. La vida te cambia. Este abril es de las primeras veces que salgo a confraternizar con colegas y amigos de los años, invitada por la CTC.
“Ya olvidé, entre dilaciones y justificaciones, el longevo planteamiento del apoyo para arreglar mi vivienda. Esta es una condición moral que solo consta en un expediente. No hay prioridad en ningún sentido.
“Como transportista trabajaba con pacientes hemodializados. De alguna manera, en el sector de la Salud, y ni siquiera tengo acceso a comprar por tarjetón el inhalador contra el asma, el cual, no está en falta, porque accedo a él ilegalmente, por necesidad, a 500 y 700 pesos”, dice contrariada ante otros ejemplos que guardo en la agenda.
Delegada, maestra, farmacéutica: heroína
Tiene voz en estas líneas que convidan a reflexionar, la más joven heroína de Artemisa, que vive en San Cristóbal. Claro, si contamos que fue en 2024 cuando recibió ese Título Honorífico, pues por años de trabajo, desde 1976 Caridad Piloto Hernández, dispensarizaba medicamentos en una farmacia unitaria.
Entre recetas, frascos, tabletas, y también electores, ha vivido la mujer que cree en la solidaridad y en la unidad del barrio como sostén del mundo, de ahí que, sin abandonar la comunidad López Peña, a donde siempre regresa, ha prestado servicios en Venezuela y Bolivia.
“Desde abril del año pasado, cuando en acto solemne recibí el Título, y un agasajo inolvidable en mi terruño, no tengo otra anécdota que contar, hasta este encuentro de la CTC.
“Soy la única Heroína del Trabajo de Salud en los 11 municipios, y pudiera acompañar al sector, sin embargo, solo mis excompañeros de trabajo me llaman en busca de alguna recomendación de los procederes.
“No es lógico hablar, desde nuestra posición, de beneficios ni privilegios, siento que seguiré en pie trabajando hasta que mis fuerzas me ayuden, ratifica quien también fue maestra popular y diputada al Parlamento.
Cuatro Héroes, y breves notas de muchas hazañas
Artemisa tiene otros Héroes del Trabajo, quienes, por diferentes causas, no participaron en las festividades centrales por el Día Internacional de los Trabajadores en la provincia.
El alquizareño Armando Trujillo González, desde 2013 recibió tan alta condición, del Sindicato Nacional de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros (SNTAFT).
Releí en cierta entrevista ¿qué hizo para merecerlo? “Conducir a su colectivo hacia este socialismo donde la riqueza se reparte a partes iguales, donde cada hombre recibe por lo que aporta, con participación, eficiencia y humanismo, y demostrar que en los resultados decide, no la forma de producción, sino los hombres”.
Sus pasos lo siguen guiando a la propia entidad tabacalera, donde casi las horas del día no le alcanzan, según su familia. Así prestigia la condición de Héroe con su trabajo diario, de cara a uno de los renglones exportables más importantes de Cuba, el tabaco.
También tabacalero, otro Hombre Habano, Jesús Aurelio Reyes Santisteban, cuelga en sus años de faena dura, la alegría de ser Héroe del Trabajo. Y aunque ya está jubilado, sigue “en San Antonio de los Baños la UBPC de Aurelio”, donde nació un centro en 1993, cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro vislumbró esta forma productiva para la agricultura.
Del Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias, recibió igual condecoración, en 1999, Pedro Celestino Méndez Berra, chapista destacado en la Empresa Conformadora de Ómnibus Evelio Prieto Guillama, de Guanajay, Vanguardia Nacional por 12 años, y el único con tal distinción en ese municipio.
Este Primero de Mayo lo acogió recuperándose de una operación oftalmológica, y aunque reconoce el apoyo de la CTC de Artemisa, no así de ninguna de las organizaciones en su propio terruño, ni en el centro laboral donde dejó gran parte de su vida.
Mientras, Diosdado Cordovés Alfonso, resume en 43 años de labor la estrella de héroe que luce en su pecho desde 2013, como parte del Sindicato Nacional de Trabajadores Civiles de la Defensa. Era mecánico A, de motores diésel navales en la Base Naval Occidental, Unidad Militar 3331.
Aunque es natural de Jabaco, en Guanajay, vive en Caimito, con 76 años y nueve medicamentos que compra a cualquier precio donde los encuentre, dice lastimosamente.
“Tenía una moto en la cual me trasladaba hacia el hospital habanero donde me atienden desde 2019, pero fue robada, sin aparente esclarecimiento del hecho. A veces me apoya el Sindicato y me invitan a actividades, pero no siempre participo, al dificultarse el transporte”, explica el esposo de María Cristina y padre de Sulamis y Dicsán.
La acción, del otro lado
Tan común como las historias de sacrificios y sus aportes en cada uno de los sectores, es la desatención a quienes ostentan tan ilustre condecoración estatal, y así fueron las respuestas ante el porqué sucede.
Más allá del aumento salarial que roza un poco más de 7 000 pesos en todos los casos, y en la actualidad se resume a un mínimo de productos, están las iniciativas sindicales, y el apoyo de la CTC, en caso de ser solicitado.
De mayo en mayo resurgen de la quietud acostumbrada a una u otra cita y el desfile proletario del Día Internacional de los Trabajadores en sus municipios, aunque también hay ejemplos de autoridades que ni en eso los prestigian.
Poco, para no ser absoluta, se habla de los Héroes y las Heroínas en su propio centro laboral, donde los jóvenes se pueden nutrir de su experiencia y ejemplo.
No existe un estímulo vacacional junto a su familia a nivel nacional, ni se crea esa opción a nivel local, tampoco otras oportunidades que faciliten la vida.
Solo son nueve en la joven provincia, dos de ellos están activos laboralmente, pero pudieran aportar más en todos los sentidos. Falta muchísimo por convocar y sensibilizar.
El resto anda con diplomas en cualquier gaveta empolvada, en vez de honrar sitiales históricos de los propios colectivos donde dejaron su sapiencia.
Ninguno tiene el carácter para solicitudes personales, pero todos tienen el aval para merecer todo o casi todo lo que tenemos en nuestro país. Ellos nos estarían dando -incluso sin saberlo- lo más preciado en tiempos tan complejos: el ejemplo de fidelidad.
Y es cierto, de año en año, de mayo en mayo, son frecuentes las citas para sonrisas y recuentos de la etapa laboral más activa, para anécdotas de horas y horas de trabajo voluntario, junto a esfuerzos y resultados por impulsar proyectos en los que se dejaron parte de la vida, pero esos encuentros no bastan, incluso porque no siempre pueden estar todos.
Ellos son héroes, no son mártires. Quienes deben poner su pensamiento en acción para que no pasen desapercibidos casi los 365 días que promedia un año, no se puede postergar más esa buena acción.
Ni los recortados presupuestos ni la situación económica pueden esgrimirse como justificación. Tal vez sea más racional definir en falta, el respeto, el sentido común y la exigencia, o como escasa, la sensibilidad.
Honrar a los Héroes y Heroínas del Trabajo de la República de Cuba también se traduce en continuidad, y si seguimos fracturando eslabones en la Cuba de hoy, con muchos altibajos en el ámbito laboral, el camino será cada vez más incierto.