La belleza del mar a los pies de Baracoa en Bauta, inspira espléndidos paisajes y las mejores letras posibles. Poesía, narrativa, ensayo…, sobre cuántos temas podrían escribirse, acariciado por la brisa de las olas y el aroma de un buen café.
Sin embargo al periodismo, ese “patito feo” de siempre, que no acompaña a la literatura tanto como se quisiera, pese a su parentesco, le tocan historias de la vida real, desprovistas del ambiente bucólico y la serenidad que provocan estos parajes.
Muchos de los pueblos levantados a orillas del mar padecen de una especie de sentencia mortal: el peligro de desaparecer en cualquier momento, arrastrados por la furia irracional de las aguas. Es lo que parece sucederle al policlínico de la localidad, cuya cubierta se llevó consigo el huracán Rafael en noviembre de 2024.
Está casi de más apuntar que ese problema no ha detenido los servicios de Salud. Enrique Alberto Olazabal García, director de la institución, explica que reubicaron las consultas y prestaciones en la Sala de Rehabilitación, donde se encuentran hacinados, y en un consultorio.
“Atendemos casi 13 000 personas, incluidos los habitantes de los asentamientos Ben Tré, Cangrejera, Tahoro, Lazodela Vega, La Oca y Machurrucutu”. El doctor Olazabal García asegura que los mantenimientos en la instalación han carecido de calidad. Pero el trabajo sostenido del colectivo permite hoy hablar de cero moralidad materna e infantil.
“Cada vez que se inunda el poblado el agua no llega hasta el policlínico”, advierte Olazabal García a quienes plantean la hipótesis de construirlo en la planta alta de la propia Sala de Rehabilitación.
¿Resultaría más factible comenzar una nueva obra o reutilizar la estructura existente? A la vuelta de cuatro meses continúa a la intemperie todo el nivel superior del policlínico, cuyos pisos y baños se encuentran en perfecto estado.
Otro de los dolores de cabeza recurrentes en Playa Baracoa, parece ironía, es el abasto de agua. En distintas circunscripciones se sufre la sequía, por causas de diversa índole: conexiones ilegales a la conductora, construcciones fuera de regla y hasta por un árbol de almendra que obstruye la red hidráulica.
Belzaida Caraballo Zúñiga, pobladora de la 22, un sitio conocido como La Loma, plantea que hace más de un lustro abogan por la solución obvia: extraer el árbol; en cambio, se suceden las dificultades: falta de grúa, cables eléctricos sobre las ramas…

“Conseguimos la tubería y aún esperamos que se resuelva”. Los pobladores buscan vías, por supuesto; tanques y cisternas, en el caso de los edificios, alivian la compleja situación. Solo que el desborde de aguas albañales en la circunscripción 41, asedia los reservorios de agua en la ampliación del reparto Los Cocos, donde conviven jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Obstrucciones y mala gestión agropecuaria
La delegada Lourdes Montalvo Guevara refiere que el rebombeo de la laguna de oxidación no tiene motor y los desechos de edificios y viviendas circundantes tupen el desagüe de las moradas en la zona de la ampliación. “A eso se suman las indisciplinas sociales, pues he sacado de los registros pelotas, culeros desechables, frazadas de piso, entre otros objetos”.
Asimismo, “han construido sobre los propios registros. Necesitamos que tanto el carro de alta presión como el de fosa, vengan hasta aquí con mayor frecuencia y dediquen el tiempo que se requiere a resolver este asunto”.
El hedor en calles y patios habla por sí mismo de la complejidad del tema, además del peligro higiénico que representa.

Yiliana Hernández Fernández, una de las vecinas, ha optado por tender la ropa en otro sitio, a causa de la inundación al fondo de su casa; mientras, Jesús Vázquez Gómez alertaba del riesgo de contaminación del agua de consumo con la podredumbre, sobre todo cuando llueve.
Ramón Syms Fonseca, jefedela Oficina de Vivienda de AeroGaviota y habitante del lugar, develó la causa fundamental del fenómeno: quedó inconclusa la obra de rebombeo de aguas residuales.
“La laguna de oxidación se encuentra abandonada, incluso con árboles frutales. Existen evidencias de la entrega de la bomba al Gobierno por parte de las FAR, pero seguimos igual. El círculo infantil de la comunidad hay que cerrarlo con frecuencia debido a esta situación”.
Si de preocupaciones se trata, Baracoa es el consejo popular que acumula mayor número de desventajas en la comercialización de productos agrícolas. Solo disponen de la cooperativa de créditos y servicios Pedro Lantigua y siete fincas de la Agricultura Urbana, donde se obtienen hortalizas.
“Un día el punto de venta del Complejo Agroindustrial Habana Libre cerró sus puertas; la Pedro Lantigua hace meses que no oferta nada en el suyo y así esta actividad quedó en manos de trabajadores por cuenta propia”, dijo Yohanne Fernández Rodríguez, diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y presidenta del consejo.
Un equipo de este semanario visitó las ruinas del mercado agropecuario del Ejército Juvenil del Trabajo. Conservamos con Gustavo Hernández Viera, quien cuidaba de la instalación. “Antes se vendían meriendas, pescado, viandas, carnes… Ya ve lo que ha sobrevivido. Era un lugar muy bonito, del cual solo quedan dos quioscos, que ofertan algunos productos”.
Hernández Viera agregó que todos los sábados un camión perteneciente a la Empresa de Acopio pone a disposición de los pobladores algunas ofertas, insuficientes aún frente a la demanda. “Aunque sí hemos fomentado el movimiento de siembra de patios y parcelas para autoconsumo”, según Fernández Rodríguez.

Pocas tierras cultivables tampoco ayudan, de modo que resta arduo trabajo en Baracoa para corresponder a las demandas de su gente. Tan solo una mirada a esta demarcación costera al norte de Bauta, cerca de La Habana y Caimito, y saltan a la vista vulnerabilidades como la droga y la emigración ilegal, flagelos a los que se enfrentan con frecuencia.
Los baracoenses también abogan por atender el envejecimiento poblacional en una casa de abuelos u hogar de ancianos; por el arreglo del gimnasio biosaludable y el rescate de los valores arquitectónicos de la zona.
En su misiva al gobernador Ricardo Concepción Rodríguez, Andrés Oliva Jorge, elector de la circunscripción 22, solicitaba la mejora del asfalto de las arterias en La Loma y el rescate de tradiciones en saludo a la fecha de fundación del poblado, el 27 de septiembre de 1862, entre ellas las regatas en botes.
No será tan difícil responder a tales reclamos con mejor gestión gubernamen- tal, agilidad en las soluciones y empatía. Esto depende de hacer a diario lo que corresponde.
Muy bueno y oportuno su reportaje 👍
Ha sido compartido en el canal en WhatsApp del Consejo Popular Baracoa (del cual soy administrador):
https://whatsapp.com/channel/0029VajdErZId7nSqa4sT406/3303
y también en grupos de WhatsApp que mantenemos y utilizamos en Playa Baracoa para mantenernos al tanto e informados del acontecer y las noticias de nuestra comunidad.