La semana anterior se efectuó el ejercicio territorial de enfrentamiento a las ilegalidades, en toda la provincia. Los énfasis se pusieron en cuatro líneas fundamentales: violencia de género; el consumo, comercialización y tráfico de drogas; los delitos contra el ganado y los altos precios de productos y servicios.
Se trata de hechos ilegales que no pueden normalizarse en la sociedad; la forma más efectiva de combatirlos es desde la conducta colectiva, aun cuando la institucionalidad y la autoridad formal tengan el mayor peso operativo.
Desentendernos de la participación en la defensa de nuestros derechos y del imprescindible control social, atenta contra la solución a estos problemas que afectan reconociblemente la vida de la nación.
Asuntos como la violencia de género contra las mujeres y las niñas, otros tipos de violencia asociadas al género, la discriminación de cualquier tipo, la violencia intrafamiliar, laboral, escolar; ocupan las agendas de no pocas instituciones.
Lázaro Eduardo Grueiro Muñoz, vicefiscal jefe en San Cristóbal, explicó que una vez entró en vigor la Constitución de la República de Cuba en el 2019, los temas sobre violencia intrafamiliar y de género tuvieron máximo interés y encontraron mayor respaldo legal en el Código Penal y en el de las Familias.
Desde la percepción popular puede parecer insuficiente aún el accionar, pero transcurren cotidianamente procesos penales relacionados con actos violentos, hasta poner en tribunales causas donde las mujeres son víctimas y también los hombres, de violencia de género, intrafamiliar y otras.
La fiscalía colabora además, con la Casa de orientación a la mujer y la familia, con protagonismo de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y forma parte del grupo multidisciplinario que atiende estos casos en busca de ayuda.
Es necesario pensar cómo hacer más visibles y legitimar, desde la confianza, estos mecanismos de actuación que existen para bien y precisan una mayor recurrencia de personas afectadas.
Hay también vías de comunicación con carácter anónimo donde se atienden estas problemáticas. Urge entonces tomar conciencia sobre el fenómeno, que se sienta y se reconozca cuando su derecho o dignidad son vulnerados y el respaldo que las leyes y la Constitución le confieren.
Se le relacionan además la violencia económica, la violencia en escenarios escolares, entre los niños que a veces se sienten violentados y no conocen que están siendo víctimas. Las charlas en las escuelas funcionan, pero no siempre; hay que trascender los métodos tradicionales para prevenir y enfrentar este tipo de conductas.
La población no puede quedarse en el conocimiento de la existencia de un marco legal, de una tipicidad delictiva, necesita confiar en el castigo a las personas que son agresoras y ejercer el derecho a una protección como víctimas.
Acudir a la unidad de la policía, los trabajadores sociales, a las oficinas de atención al ciudadano de los órganos de justicia y denunciar las manifestaciones de violencia, no podrá jamás tener obstáculos en el cansancio. Los orientadores del derecho saben cómo tratar este tipo de actos.
Sobre la violencia, es fundamental evitar las formas más fatales y una de las maneras para lograrlo es el rigor en la aplicación de la legislación. Asegura el fiscal que desde que entró en vigor el Código Penal de la República, reguló varias figuras delictivas, dentro de ellas los delitos contra la vida y la integridad corporal. Las sanciones para estos hechos sí son severas.
El tema drogas y su enfrentamiento también preocupa y ocupa. Contamos con un escenario favorable, pues las normas penales cubanas establecen sanciones rigurosas para los individuos que, con fines de lucro, involucran a otras personas en el consumo de psicofármacos o drogas prohibidas, o sustancias con efectos similares. Tenemos normativas del Ministerio de Salud Pública que regulan cuáles son estas sustancias ilícitas y que tienen o deben tener un control por el Ministerio de Salud y el Minint.
Una vez detectadas por los órganos de enfrentamiento, tienen una forma de castigo, pero ¿cuánto debe pasar para que se resuelvan las problemáticas de un fenómeno que va en ascenso? Son momentos en que resulta muy baja la percepción de riesgo sobre la drogadicción y puede afectar a cualquier familia.
Habrá que encontrar maneras efectivas de conectar con los jóvenes en las comunidades, en sus centros de educacionales, en su entorno familiar y orientarles hacia la conciencia crítica sobre el peligro del consumo.
Insisto en el control social, una de las formas de prevenir las ilegalidades y enfrentarlas de manera más eficaz. Si no logramos sentir que se nos está lacerando como individuos y como sociedad, que se nos vulneran derechos fundamentales, ya sea por precios abusivos, entrada de drogas al país y su venta clandestina, la violencia o el daño al patrimonio económico, y no lo enfrentamos, será imposible erradicarlos por completo.