A partir del 15 de febrero sincronizará con el sistema electroenergético nacional, con dos de sus siete inversores y aportando 7 MW, el parque de paneles solares fotovoltaicos Mango Dulce, ubicado en el municipio de Artemisa. Con capacidad máxima para poder generar 22 MW, se trabaja en el resto de la instalación con el objetivo de culminar su habilitación y sincronizar de manera total y estable, en los días finales del mes de marzo.
En correspondencia con la etapa actual de su ejecución, están a pie de obra las brigadas, técnicos y operarios especializados, al igual que la tecnología, insumos, piezas y equipamiento. Esto permite laborar de manera ininterrumpida hasta su puesta en marcha con toda la capacidad instalada.
Para su puesta en funcionamiento a toda capacidad, la instalación contara con una plantilla que puede oscilar entre 27 y 31 trabajadores, incluyendo los jefes de turno, de brigada y emplazamiento, los que se encargarán de su operación, mantenimiento y protección. Desde la concepción del proyecto, una de las prioridades ha sido la capacitación del personal encargado de operar el parque, en su mayoría residentes en la comunidad cercana y para tres de ellos se proyecta la construcción de igual número de viviendas.
Según informó Alberto Acosta Hernández, Director de Inversiones de la Empresa Eléctrica provincial y jefe de la dirección integrada del proyecto:
«Este parque se ejecuta con un costo de 869 millones de pesos, cifra que incluye 358 millones para el pago de la tecnología china y junto a otros dos que se montarán con la misma capacidad de generación: San Cristóbal y Las Cañas; son parte de uno de los dos programa de 1006 MW con que cuenta el país, encaminados al cambio de matriz energética, a cumplirse en un plazo de cinco años».
Aseguro Acosta Hernández que se va a terminar el parque a menos de un año del inicio de su ejecución, pero sin descuidar la calidad como principio fundamental. Con ese mismo entusiasmo y disciplina tecnológica, se trabajará en los otros dos parques, dada la importancia que reviste esta instalación y su adecuado funcionamiento para el país.
Debe reconocerse – añadió – el trabajo positivo y coordinado de todas las entidades constructoras involucradas en el cronograma de ejecución de la obra. Entre ellas, las empresas constructoras de Artemisa y Mariel, esta última con su respectiva Unidad Empresarial de Base, encargada de la administración de la obra y de otras ocho empresas subcontratadas