Mientras la mayoría preparaba sus viviendas para despedir el año, muchas amas de casa se afanaban en la que sería, quizás, la última limpieza de 2024, y otros alistaban lo necesario para la cena del 31, el sábado 28 de diciembre un accidente eléctrico marcaría otro comienzo para el Hogar de Ancianos Fidel Labrador García, del municipio cabecera.
Sábanas, fundas y otras piezas de ropa se quemaron en las tendederas; lámparas, equipos de refrigeración y ventiladores no resistieron. Hasta las paredes representaban un peligro para 48 adultos mayores y trabajadores de la institución de Salud Pública.
Pedro Machado Arévalo, director del hogar, apenas disimula la emoción cuando narra lo ocurrido. En realidad, “sucedió en dos ocasiones. La primera vez estaba presente y logré desconectar casi todos los equipos; solo se rompió un frízer. Fíjese la magnitud del fenómeno que el aire acondicionado, sin estar conectado a la electricidad, despedía humo.
“En la segunda oportunidad no me encontraba en la institución y el impacto fue mayor. Las paredes transmitían corriente, se quemaron lámparas, cuatro refrigeradores (ya reparados), dos frízeres y un fusible del grupo electrógeno.
“Según nos explicaron los trabajadores de la Empresa Eléctrica sufrimos las consecuencias del alto voltaje, debido a la unión de un cable de alta tensión con las líneas del Hogar”.
La buena noticia: no se reportan heridas en ancianos ni personal de servicio. Casi 50 trabajadores pusieron a buen resguardo a los abuelos.
Con la colaboración de la Unidad Empresarial de Base Transporte Escolar, 35 se trasladaron al servicio de hospitalización del policlínico Orlando Santana de Mariel, seis permanecen en el Hogar de Caimito y el resto se refugiaron junto a familiares.
Resarcir daños lo antes posible
Desde el 1 de enero, tres brigadas de la Mipyme Los Taínos, de Bauta, asumieron la misión de restablecer la normalidad, mejorar las condiciones de vida de los adultos mayores y resarcir los daños del huracán Rafael.
Ya habían trabajado en la filtración de la cubierta y desperfectos en redes hidráulicas; sin embargo, el suceso los trajo de regreso.
Los cálculos indican unos 42 días de intensa labor, según explicó Sergio Jiménez Reyes, administrador de la nueva forma de gestión no estatal, a la integrante del Buró Político y Primera Secretaria del Partido en Artemisa, Gladys Martínez Verdecia. Pero el propósito es reducir ese tiempo al máximo, a partir del esfuerzo de todo el equipo.
Los electricistas sustituyeron más de 1 000 metros de cable, lo cual representa el 30 por ciento de la instalación; otro grupo terminó de colocar la cubierta de la cocina comedor y la lavandería, que arrebató el huracán Rafael el 6 de noviembre, y el resto desconchaba azulejos estropeados en baños y pintaba la sala de estar, precisó Nelson Perdigón Lara, socio de la Mipyme.
“También vamos a colocar y sustituir ocho lavamanos y dos tazas sanitarias deterioradas. De acuerdo con el proyectista, se van a azulejar los pisos de los baños del área de los ancianos válidos y además, enchapar las paredes de uno”.
El director del Hogar agregó que la propia Mipyme debe devolver la vida al calentador solar, para garantizarles a los adultos mayores el agua para el aseo.
Mejor que antes
Veinticinco hombres en varios frentes se han propuesto arrasar con todo lo que afea el entorno en el Hogar de Ancianos. Incluso, sus brazos contribuirán a abrir hoyos y alzar postes para iluminar el acceso a la instalación. Asimismo, tienen el encargo de rehabilitar cuantas taquillas sean posibles.
Del mismo modo, les toca establecer redes hidráulicas y sanitarias donde así se precise, la única forma de darle valor de uso real a inodoros y lavabos.
La aspiración de las autoridades reunidas allí, y por supuesto, la de todos los artemiseños, es que el Fidel Labrador García luzca sus mejores galas luego del incidente. Múltiples gestiones y llamadas telefónicas procuran mejorar el mobiliario, los colchones y otros avituallamientos.
Solo que allí se necesitan, antes que todo, toneladas de amor, sensibilidad, empatía… Cada enfermera y auxiliar se convierte automáticamente en la familia del abuelo, en su hija o nieto, en bastón y compañía. Loable resulta el corazón de nuestros artistas, el desprendimiento de cada organismo que ha contribuido, con donaciones, al bienestar de quienes peinan canas.
Ahora se impone velar por la durabilidad de este remozamiento, porque si 2024 se llevó consigo una buena carga de sinsabores, al menos, antes de concluir, dejó la puerta abierta en el hogar de ancianos de Artemisa.
