La segueta es uno de los equipos de primer orden en un taller de mecánica, de ahí que al fracturarse su prótesis sea imposible cortar en piezas diversos materiales como madera y láminas de metal. A ese problema se enfrentaron obreros de la Empresa de Construcción y Montaje Mariel (ECM), convencidos de que importar una nueva, no se contemplaba entre las mejores opciones.
Desde entonces se desató el ingenio de Abel Sotelo Rondón y Juan Antonio Pérez Mojena, jefe y mecánico del taller de maquinado, respectivamente, quienes se dieron a la tarea, con la colaboración de otros compañeros, de recuperarla.
Juan Antonio, conocido como Tony, explicó que buscaron una viga, le dieron la altura adecuada, la atornillaron y esa innovación dio el resultado esperado. “Era muy necesario rescatar la segueta, pues en esa máquina se prepara la materia prima para trabajar en el resto de los equipos”.
Este constituye tan solo un ejemplo de cuánto hace el movimiento de Innovadores y Racionalizadores en la entidad, compuesta por un centenar de trabajadores, agrupados en 12 Comités, precisó Liusleydis Fábregas Díaz, representante de la Anir en el Buró Especial de la ECM Mariel.
“Comprar una nueva en el extranjero nos habría costado en euros”, afirma Sotelo Rondón. Egresado como tecnólogo en maquinado del politécnico Primero de Mayo en Pinar del Río, recuerda su paso por la termoeléctrica Máximo Gómez, donde ya descollaba su aporte a la ANIR.
“En la ECM hemos resuelto muchos problemas. Una de las salidas más destacadas fue la recuperación de un torno ruso y de la planta de asfalto en 2023, que obtuvo el Premio Relevante. La alternativa que adoptamos representó un ahorro de dos millones de dólares”.
Abel asegura que, al hacer una innovación, “no pienso en lo que vayan a pagarme. Cada trabajo llena de orgullo a nuestro colectivo y se convierte en oportunidad de ahorrar divisas al país”.
La más reciente meta de este equipo era la reparación del reductor de la bomba de una hormigonera, lo cual presentarán al próximo fórum. Para Sotelo Rondón, “la ANIR forma parte de mi vida. Nos inyecta ese bichito de buscar soluciones. Pienso todo el tiempo en cómo resolver cada desafío. Y por supuesto, el apoyo de la familia y los compañeros siempre enriquece las ideas”.
Entretanto, Tony mostró los avances en el rescate de la pieza averiada en la hormigonera, que permite su elevación a grandes alturas. “Así garantizamos la ejecución de las obras comprometidas, entre estas la Fábrica de Vidrios”.
Por si fuera poco, la destreza de los operarios del taller permite la fabricación de piezas para ómnibus y camiones de carga; recuperan clochet de vehículos e inventan sellos hidráulicos, lo cual no solo beneficia a la empresa, sino también a Cubiza.
En el último fórum de ciencia y técnica expusieron 25 trabajos y los ganadores fueron remunerados por el alto desempeño, gracias al ahorro económico, apuntó Fábregas Díaz. “También logramos el registro y legalización del Libro de innovación, y participamos en la Expo Anir Soluciones Cuba a nivel provincial, donde se reconoció el quehacer de la empresa.
“Se actualizó el banco de problemas, que es la base del fórum, y varios de nuestros obreros poseen el sello 8 de octubre, máximo reconocimiento a los miembros de la ANIR. Queremos proponer a la ECM a Vanguardia Nacional, a partir de los buenos resultados en esta tarea”.
Además, en el taller de maquinado ejecutan el mantenimiento de todos los equipos. Sin la experiencia, entrega y tesón de los innovadores muchas industrias se habrían detenido hace tiempo. En la ECM sobra la voluntad y el talento creador.