La experiencia de haber resultado electo, en siete ocasiones —como delegado de tres circunscripciones diferentes y en provincias diferentes— me permite haber aquilatado cuánto significa que el acompañamiento a quien ejerce estas funciones sea imprescindible, antes, durante y después de cada rendición de cuenta.
La preparación de la reunión de rendición de cuenta es de suma importancia. Incluye una reunión de los factores (dirigida por el núcleo zonal del Partido Comunista de Cuba), para que los militantes de esta organización; los coordinadores de zona y presidentes de CDR; dirigentes de la FMC; de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y otros líderes comunitarios desencadenen su accionar.
Accionar que comienza con un trabajo sistemático, estable, tenso; de día por día y de elector por elector. No debe haber un solo ciudadano que no sepa qué día, a qué hora y en qué lugar será su reunión de rendición de cuenta.
Incluye, además, acondicionar el lugar donde se va a hacer la reunión: debe limpiarse, embellecerse, iluminarse y; colocarse, debidamente, los símbolos nacionales (Bandera de la Estrella Solitaria y Escudo de la Palma Real). También, en la medida de las posibilidades, deben colocarse asientos para los que más lo necesitan.
En la rendición de cuenta no debe faltar la estimulación —por las organizaciones políticas y de masas— a los vecinos que hayan sobresalido en algo. Siempre habrá motivos para reconocer. Siempre habrá alguien que:
- Se haya destacado en el trabajo.
- Vaya a cumplir el servicio militar o que regrese, luego de su licenciamiento.
- Haya concluido un doctorado, una maestría, una carrera o; algún nivel de enseñanza, con buenos resultados.
- Sea un deportista o un artista destacado.
- Descuella como cederista, federada, combatiente o en cualquier otra rama importante.
La realización de un acto cultural, como parte de la reunión, siempre resultará atractivo y agradable. Sobre todo si los protagonistas son niños. Las escuelas y los profesores y maestros —con sus pioneros de las enseñanzas secundaria y primaria— que existen en todos nuestros barrios, bien pueden tener protagonismo en este momento tan importante.
El contacto puerta a puerta y cara a cara, con cada elector, es de suma importancia; sobre todo pocas horas (¿48?) antes de la reunión. En la calidad de esta un 50% lo pone el delegado con su intervención y; el otro 50%, los electores con su asistencia, disciplina y deseos de que —realmente— sea el poder popular.
Los factores de la comunidad deben ir delante del delegado, desbrozándole el camino —como un barreminas en la guerra, como un barco rompehielos en el casquete polar— abriéndole paso; tocándolo todo, organizando, propagandizando, movilizando a la gente; previendo. Un delegado solo no es nadie. El delegado, para que su reunión sea un éxito, necesita del concurso de todos los patriotas del barrio.
Por supuesto, el delegado debe prepararse debidamente. Dar información buena, verdadera e interesante. Los electores van a esas reuniones con muchas espectativas, ávidos de información; deseosos de saber qué soluciones se les darán a sus planteamientos. El pueblo quiere saber.
Un estilo de trabajo del delegado debe ser el de tener permanente contacto con todos sus electores; durante todo el mandato y; por diferentes vías y mediante diversos métodos: sea en contactos directos o a través de las redes sociales.
Un grupo de WhatsApp tiene una incalculable utilidad. En este deben estar los dirigentes de las organizaciones políticas y sociales de la circunscripción. También, aquellas personas cuyo encargo sea en frentes sensibles como Comercio, la Empresa Alimentaria, Servicios Comunales o Acueducto; lo que hace que su presencia sea muy importante.
El contacto constante del delegado con sus electores evita que la reunión de rendición de cuenta sea la reunión de los planteamientos. Para evitar esto, el delegado deberá ser proactivo.
Al concluir el proceso de rendición de cuenta, debe realizarse una reunión de los factores de la comunidad (siempre dirigida por el núcleo zonal del Partido Comunista de Cuba) en la que haya un necesario recuento: donde se analice qué faltó, en qué se pudo actuar mejor; cómo organizar las reuniones en próximos procesos de rendición de cuenta y; por supuesto, hacerle al delegado las necesarias críticas y sugerencias.