Al compás de la música de Síntesis, salta, lanza las clavas al aire y estira sus piernas como en un grand jeté de ballet, gira sobre el tapiz y recoge sus instrumentos con precisión perfecta. Es arte y deporte. Yusymi Fontes Hernández, medallista de oro en los Juegos Panamericanos de 1991, todavía se emociona.
La gimnasia rítmica requiere sentido del ritmo, máxima coordinación psicomotora y precisión, expresividad… Al ejecutar vueltas, lanzamientos y diversas figuras, ha de combinarlas con ejercicios de su cuerpo. El grado de dificultad y el valor artístico deben brillar juntos.
Esa mezcla de ballet, gimnasia y danza, esa coreografía aderezada con el uso de la cuerda, el aro, la pelota, las mazas, la cinta… y la música para mantener ritmo en cada movimiento, fascina de veras a los espectadores.
La camagüeyana devenida artemiseña se hizo diestra en armonizar sus expresiones a través de la combinación musical, teatral y técnica, con originalidad, dominio y virtuosidad, en cada balanceo, giro de las mazas en paralelo o una opuesta a la otra.
Desde luego, no todo fueron certezas; igualmente hubo diferentes pruebas que vencer.
Los miedos
“El atleta experimenta miedos que muchas veces no dice; es parte de su preparación psicológica. Trata de manejarlos. Muy pequeñita, alejada de mis padres, temía estar sola y, sin embargo, tenía que crecerme.
“¿Otro miedo? A mis compañeras de equipo. Yo sabía que tenían un nivel superior, técnicamente, y me atemorizaba la idea de estar por debajo. Quería mejorar y luché por eso durante toda mi carrera deportiva, porque siempre tuve colegas que destacaban más.
“Pero creces como atleta, pasan los años y te formas con esa preparación psicológica que te dan el entrenador, el psicólogo del equipo y tú mismo, por- que te vas conociendo. Tienes que ser capaz de vencer esos miedos y brindar tu mejor versión. Eso no se logra en un minuto, sino a lo largo de tu carrera.
“El miedo al fracaso está en cada deportista, solo no puedes dejar que se apodere de ti, sino tratar de vencerlo”. Y ciertamente Yusymi Fontes lo venció. ¿Cómo?
Una gran gimnasta española solía decir que única- mente el trabajo te ofrece el respaldo para salir a pista.
El éxito
“Realmente en el plano individual no me destaqué mucho. Logré las mejores puntuaciones en el equipo Cuba de ejercicio de conjunto. Me llevaron a lograr segundos lugares, también primeros en ocasiones y a mantenerme en el grupo para calificar. Entonces, éramos las reinas en el área panamericana y centroamericana.
“El oro en los Juegos Panamericanos de 1991 es mi título principal. Llegué al equipo casi al cumplir 15 años, edad ya avanzada para una gimnasta, si tenemos en cuenta que este es un deporte de corta duración.
“Fue la época de Lourdes Medina, la capitana del equipo de individual, en tanto yo era la del equipo de conjunto. Después de competir en todas sus disciplinas, se incorporaba al ejercicio de conjunto; tenía mucho ímpetu. Pese a ser bajita también y no tan flexible, derrochaba una tenacidad muy grande, con ejecuciones técnicas muy riesgosas que realizaba con una elegancia extraordinaria”.
Las clavas
La actualmente responsable de atención a atletas y glorias deportivas en el municipio Artemisa, en aquellos años solía pasar los días sobre el tapiz, en sus momentos favoritos con mazas en las manos.
“Amé las clavas (o mazas, como se les llama a nivel internacional). Es un instrumento doloroso: cuando estás entrenando, te hacen callos en las manos. Pero les cogí cariño, porque se hacen malabares y muchas técnicas, se lanzan y hacen volteretas.
“Precisan mucho manejo con las manos, los pies y el cuerpo entero. Aprendí a quererlas, aunque no fueran el instrumento más bonito, como la cinta, que gusta a todos. En cambio, llegué a destacarme un poquito más con la pelota, otro instrumento difícil.
“Igual que el aro, la pelota se te puede salir del tapiz, y pierdes muchas décimas en recuperarla o tomar el instrumento suplente. Les sucede a muchas gimnastas, sin importar su nivel, y te penaliza en la ejecución técnica. Es riesgoso. Sin embargo, a mí me iba bien. Era muy cuidadosa y trataba de que no se me escapara”.
El dolor
Atrás quedaron aquellos tiempos y otros de gloria, también para Artemisa. En 2024, la provincia ni siquiera intervino en la gimnasia de los Juegos Escolares.
“Dolorosamente, Artemisa ha perdido espacios en ambas modalidades. Se practica la gimnasia rítmica solo a nivel de los Juegos Pioneriles. Hoy no dispone de un espacio en la Eide. Entonces, se rompe la pirámide, y la motivación de un atleta de ocho años ya no es llegar a la Eide para representar a su provincia en Juegos Escolares.

“Preparas a tus niñas hasta los ocho años en tu combinado deportivo. Después esa pequeña queda sin motivación de ir a unos Escolares. Puede participar por su cuenta, pero no hay cuota en la Eide.
“Se tomó la decisión porque los resultados deportivos no eran buenos: Artemisa estaba siempre en los últimos lugares. No obstante, creo que nunca se debe cortar el árbol, sino tener paciencia; hay entrenadoras que seguíamos con deseos, y pudimos comenzar un trabajo de cero, no para verse ese año sino en dos, y conseguir un despertar.
“Se cerró una valiosa plantilla de entrenadoras de la Eide, que se vieron en la necesidad de buscar otras ocupaciones. Nos desmotivamos. No le vemos sentido a una gimnasia rítmica sin espacio en la Eide de nuestra localidad.
“¿Si será posible recuperar eso, cuando volvamos a tener matrícula? Pienso que sí, con deseo y voluntad. Podemos aportar nuestros conocimientos.
“Había un grupo de entrenadoras que de verdad no tenían resultados; no obstante, detrás venía otro grupo que juntos podíamos hacer una revisión, en vez de cerrar, y hacer un análisis profundo, escuchar otras voces.
“Hay muchas niñas con calidad, que están en la danza y otras manifestaciones… y bien pueden ser buenas gimnastas, como cuando Artemisa aportaba niñas a equipos nacionales”.
Lo dice alguien con profundo amor a ese deporte.
Elegante y fuerte
“Soy camagüeyana de nacimiento, del municipio Minas, y en mi generación esa era una cantera muy grande de gimnastas. Todas las niñas pasaban por el área de gimnasia, tuvieran condiciones o no, y luego las depuraban.
“A mí la gimnasia me apasionó. Fue algo bien definido desde el inicio. Además, antes de comenzar a entrenar, ya había descubierto mis condiciones de flexibilidad y elasticidad. Eso sí, no me daba cuenta que distinguía entre los demás.
“Por eso siempre hago mención a Jorge Pedroso, quien se dio cuenta de mi flexibilidad natural y me llevó al área de gimnasia. Muchas veces no se tiene en cuenta a los profesores de Educación Física para selecciones deportivas, y sus diagnósticos de veras pueden influir.
“Seguramente yo iba a pasar por el área, como las demás, pero él se dio cuenta que yo podía integrar un equipo, y ese año me captaron para la Eide Cerro Pelado de Camagüey.
“¡Cuánto le agradezco! La gimnasia es linda. Desarrolla en la mujer el ritmo, el virtuosismo, la camaradería y tantos valores que compartir con otros. Te forma para la vida como una mujer elegante… y a la vez arriesgada y fuerte”.