Otra vez se colma de público la galería Murciélago de San Cristóbal, cuando convoca una exposición de Róger Blanco Pérez.
Este artista peculiar, todo carisma y autenticidad, junto a la sala expositora municipal, proponen ahora la muestra personal: El niño del Papalote.
A decir de su curador, Juan Santos Sánchez, no deja de asombrar la obra de Róger, que cada año renueva y amplía sus recursos plásticos. En cada pieza toca la sensibilidad un discurso expresivo desde lo simple, lo natural y lo figurativo, hasta el mensaje más abstracto dentro de su espiritualidad.
Santos Sánchez, también artista y profesor de la Casa de Cultura Celestino García, asegura sobre lo que ofrecen los cuadros: «Árboles frondosos, bosques etéreos, casas, peces, niños junto a papalotes. Hay sutileza y colorido desde la acuarela, o fuertes líneas afirmativas de crayolas y trazos de tempera; herramientas que maneja para lograr un resultado conmovedor. Aquí se refleja, como en un espejo de agua, su alma tierna y limpia, de artista».
Hasta el 25 de septiembre permanecerá en la sala, la sexta exposición anual del sancristobalense, a disposición de los amantes de las artes plásticas y de los seguidores de Róger Blanco en esta geográfica.