Los Juegos Olímpicos de verano, de frecuencia cuatrienal, constituyen el principal evento polideportivo de la humanidad. En medio de los organizados por París, puede resultar interesante pasar revista a la distribución geográfica de las distintas plazas que los han acogido desde que en 1896 la ciudad griega de Atenas celebró los primeros de la era moderna.
Los juegos de París representan la edición 30 de estos magnos eventos, cuyas sedes se distribuyen geográficamente de la siguiente manera: siete fueron celebrados en cuatro países de las Américas (dos en Los Ángeles y una vez en cada caso en San Luis, Ciudad de México, Montreal, Atlanta y Río de Janeiro); 17 en 11 países de Europa (tres veces en París —incluida esta— y en Londres), dos en Atenas y una vez respectivamente en Estocolmo, Amberes, Amsterdam, Berlín, Helsinki, Roma, Munich, Moscú y Barcelona); cuatro en tres países de Asia (dos en Tokio y uno en cada caso en Seúl y Beijing) y dos en Australia (Melbourne y Sydney).
Por hemisferios, el Norte se lleva ampliamente las palmas, pues en estadios de 17 de sus países se han celebrado 23 versiones (incluida la parisina de 2024). Las tres restantes ediciones olímpicas fueron realizadas en el hemisferio Sur y correspondieron a Brasil (Río de Janeiro, 2016) y Australia (Melbourne, 1956 y Sydney, 2000).
De todos los juegos olímpicos estivales desarrollados a partir de 1896 (no se celebraron los de 1916, 1940 y 1944 debido a los obstáculos impuestos por las dos guerras mundiales), 19 han sido organizados en capitales nacionales: tres veces en París (Francia) y Londres (Reino Unido); dos veces en Atenas (Grecia) y Tokio (Japón) y una vez en cada caso en Ciudad de México, Estocolmo (Suecia), Ámsterdam (Países Bajos), Berlín (Alemania), Helsinki (Finlan- dia), Roma (Italia), Moscú (que en 1980 era la capital de la Unión Soviética y hoy de Rusia), Beijing (Repú- blica Popular China) y Seúl (Corea del Sur).
Los juegos celebrados a mayor altitud fueron los de Ciudad de México en 1968, a 2 300 metros sobre el nivel del mar, cota que se tradujo en una verdadera fiebre de registros asombrosos, logrados especialmente en eventos del campo y la pista, como los ocho metros y noventa centímetros del “vuelo” de Bob Beamon en la especialidad de salto largo. Estados Unidos encabeza la lista de los 19 países que han acogido juegos olímpicos de verano con cuatro sedes repartidas en tres ciudades (dos veces en Los Ángeles, una en San Luis y otra Atlanta).
Le siguen Francia y Reino Unido con tres; además de Grecia, Alemania, Australia y Japón con dos en cada caso, todo lo cual demuestra una selección de férrea exclusividad hacia grandes ciudades de naciones muy poderosas e influyentes en los planos económico y financiero. Obsérvese que Suramérica solo recibió una sede y África aún espera el primer otorgamiento.
Los menos concurridos fueron los de Tokio, traspasados del verano de 2020 al de 2021 y obligados a celebrarse a puertas cerradas debido a los embates de la pandemia de Covid-19. Solo cinco países han estado presentes en las 30 versiones de los juegos olímpicos veraniegos: Australia, Grecia, Francia, Reino Unido y Suiza. De ellos, solamente los dos últimos han participado en la totalidad de las versiones de las llamadas “olimpiadas blancas” o de invierno celebradas a partir de 1924.