Una mañana en la cual fueron muy delgadas las líneas entre ilusión y realidad, resultó el regalo de los integrantes del proyecto de circo Fantasía Circense. El espectáculo, de poco más de una hora, devino verdadero derroche de talento y dedicación de un grupo de niños y jóvenes artemiseños, quienes, a través de su arte, invadieron corazones no solo con diversión, sino también con lecciones de disciplina y trabajo en equipo.
Es impresionante ver cómo estos pequeños artistas, con su energía y creatividad, logran cautivar al público, transmitir su esfuerzo y pasión en cada actuación. La pequeñísima Samanta, contorsionista, destaca por su asombrosa flexibilidad y fuerza. Logra movimientos que parecen desafiar las leyes de la física. Su actuación es un claro ejemplo de cómo la dedicación puede llevar a resultados sorprendentes.
Y está Yan Carlos, quien muestra una destreza excepcional en sus ejercicios de equilibrio. Su precisión y control son dignos de admiración. Todo parece tambalearse en la escena. Ojos redondos en el público avisan la debacle, hasta que un giro inexplicable les arranca con más fuerza los aplausos de las manos.
No podía faltar las ocurrencias de Ina y Choana, las payasitas, responsables de la risa y la alegría a esta hora matutina. En Cuadrante en cervical primó la química entre Dayana y Yineisis. Una dupla que resalta por la confianza entre las partes, conexión que se traduce luego en una actuación fluida y emocionante.
El mago Brayan Pérez, nos transporta a un mundo de ilusiones con su profesionalismo y carisma. Su habilidad para crear momentos sublimes es un verdadero regalo para todos los asistentes. Incluso, esta vez fue un poco más allá. El joven que no puede desprenderse de su alma de pedagogo, se presenta además como director general, conductor y domador. ¡Por supuesto! Están las mascotas amaestradas, que han encontrado en el circo un hogar lleno de amor y aplausos.
Bajo la dirección artística de Yusleydis Soto, el espectáculo logra demostrar que lo importante no es la magnitud de las actuaciones, sino el impacto que pueden tener en el corazón del público. Fantasía Circense no solo entretiene, sino que también inspira a soñar y a valorar las pequeñas cosas que pueden generar grandes emociones.