Siempre que la nobleza supere las angustias, la solidaridad viajará en muchas direcciones. Hoy provino del proyecto A Cuba hay que quererla y la Dirección Nacional de los CDR, hasta el Hospital General Docente Ciro Redondo García en Artemisa, y partió luego desde el corazón de este hasta la sala de pacientes pediátricos del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, en La Habana.
El donativo a la institución artemiseña estuvo conformado por varios insumos decisivos para salvar vidas, como los catéteres venosos centrales, sondas y sistemas de alimentación enteral, indispensables para los pacientes graves de las terapias. Guianeya Encinosa Moreno, directora de asistencia médica del Ciro Redondo, agregó que también se agradecen sobremanera los tenedores de oxígeno, aplicadores de muestras de microbiología, broncodilatadores para aerosoles, material de cura, guantes y rollos de papel kraft, de vital importancia en varios servicios sanitarios.
Amado Riol Pirez, activista de la iniciativa A Cuba hay que quererla y funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, explicó que este gesto de humanismo es fruto de la unidad entre cubanos, donde quieran que residan, además de amigos de la Mayor de las Antillas. Emigrar no es traicionar.
“Hemos aprendido sobre las necesidades más perentorias de los centros de salud en el país, lo cual nos ayuda en la gestión de los recursos de mayor demanda. El proyecto lo integran campesinos, personas de fe, artistas, científicos, nuevos actores económicos, diplomáticos, y todo el que tenga la voluntad de aportar a la Patria, incluso su sangre”, subrayó Riol Pirez.
Del mismo modo, Niurka Larrionda Valdés, directora del centro asistencial, encabezó la entrega de sábanas y colchas personales, detergente, frutas, mermeladas, implementos de limpieza…, tan solo un poquito de lo que tienen y comparten sin miramientos.
A Cuba hay que quererla surgió en medio de la pandemia de la Covid-19. A partir de la convocatoria para respaldar a Matanzas y sus casas de niños sin amparo familiar, creció la ola de cooperación y ayuda desinteresada. Después llegaron a Artemisa, tras el paso del huracán Ian, en 2022.
De acuerdo con Camilo Mayet Cosme, jefe del Departamento de Imagen y Comunicaciones de la Dirección Nacional de los CDR, a la mayor organización de masas del país le caracteriza la sensibilidad ante fenómenos climatológicos. Su cooperación con esta red de amor refuerza la acción por encima de la prédica, los hechos a favor del bienestar de la mayoría.