Desde el año 1973, cada 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. La fecha, por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se propuso para fomentar la conciencia global sobre la importancia de proteger nuestro planeta y promover la acción individual y colectiva para abordar los desafíos ambientales.
Próximos a la fecha, ¿por qué no hacer una campaña para obtener la sede de las actividades provinciales en San Antonio de los Baños?
Este municipio, conocido por su río Ariguanabo y del que surge el gentilicio de los habitantes de esta villa, posee un bosque de galería, llamado así por la galería natural que conforman las copas de los árboles a cada lado del afluente.
Se estima en más de 500 años la antigüedad de este reservorio de flora y fauna que gracias a la gestión del CITMA y la Fundación Ariguanabo (FUNDAR) obtuvo la categoría de Paisaje Protegido.
Las casi 300 hectáreas, incluyen no solo al bosque y al río, también una gran porción de tierra en las márgenes del accidente fluvial, que han sido afectadas en mayor o menor medida por la acción del hombre, la tala, la siembra y la caza indiscriminada, males a erradicar.
Otro de los tesoros del territorio es el Bosque Martiano del Ariguanabo, una institución que, con 30 años de fundada, se ha convertido en aula ecológica y referencia a nivel nacional.
Con la historia como pretexto, Rafael Rodríguez Ortiz (Felo), su creador, no solo nos muestra todas las especies que cita José Martí en su Diario de Campaña De Cabo haitiano hasta Dos Ríos, también nos invita a un viaje natural donde el aire puro y el canto de las aves armonizan con sus palabras.
Soy de los que creen que realizar el acto central por el 5 de junio en el Bosque Martiano, sería un gran regalo por las tres décadas de este paraíso que constituye un ejemplo de lo que puede hacerse por el ecosistema.