El béisbol siempre pone las cosas en su sitio. Artemisa le ganó la subserie a Ciego de Ávila, con una convincente actuación en los dos últimos desafíos, que reafirma lo visto en el primer choque entre ambos, y se consolidó en el séptimo escaño de la 63 Serie Nacional.
Todo termina bien cuando comienza bien, al menos en la mayoría de las ocasiones. Y Geonel Gutiérrez fue el encargado de recibir a los Tigres en el Estadio 26 de Julio. De los felinos encaramados en lo alto de la tabla de posiciones, no hubo nada ante los envíos del zurdo artemiseño: en seis entradas, igual cantidad de ponches, ni boletos ni carreras y seis sencillos dispersos.
Leonardo Ocle completó la faena con el cero que faltaba, pues el duelo se extendió apenas a un capítulo más, gracias a la ofensiva de sus compañeros. El nocaut de 12-0 incluyó cuadrangulares de Lázaro Dayán Pérez, José Antonio Jiménez (impulsó cuatro) y Osbel Pacheco (remolcó tres).
¿Cuándo rugieron los Tigres? Cuando Elián Moreno, Lahera y el resto del bullpen no pudieron contenerlos, durante la tercera y cuarta fechas. En esos partidos, los Cazadores anotaron 16 veces y conectaron 23 incogibles, pero no fue suficiente porque sus rivales batearon más.
El sábado, los visitantes tomaron temprana ventaja con dos carreras sucias ante Yunieski García, pero los anfitriones remontaron, mientras el derecho ariguanabense retiraba uno tras otro a cada adversario. Permitió únicamente cuatro jits, una base por bolas, otra anotación sucia que se perdió entre las seis de los muchachos de Yulieski González y se reafirmó como líder en ponches (39), con cinco más.
Israel Sánchez se encargó del octavo y noveno innings, de manera excelente.
Y el domingo también le correspondió a Geonel despedir a los felinos. La oportunidad sirvió para ratificar su dominio sobre el montículo: segundo en promedio de carreras limpias del campeonato, con 2.68 en 40 entradas y un tercio, con 35 ponches y 14 boletos.
Solo en el tercer episodio lograron descifrar sus envíos y marcarle tres. Nada más en siete innings. Entretanto, la batería artemiseña hizo de las suyas; mostró nuevamente ese espíritu indomable que borra marcadores adversos a fuerza de coraje y ganas. ¡Otra remontada! ¡Otra gesta de todos, pues cada uno puso su granito de arena! Al cierre, la pizarra quedó 7-4.
Bien dice el refrán que donde hay pícher no hay fantasmas. Y si lo acompañan hombres como Carlos de la Tejera (tercero del torneo, con average de 427 y 25 impulsadas), Pepito Jiménez (385 y 22), Dainel López (354 y 19), Osbel Pacheco, Cosme y demás… que coja miedo quien pretenda asustarlos.
Muy buen artículo, felicidades es grande la actuación de Geonel Gutiérrez.
Espero que en próximas ediciones presenten algún trabajo sobre el béisbol en las categorías pequeñas