Hasta su tiempo libre suele dedicarlo a ver videos de judo, disfrutarlos y aprender cómo superar a los rivales. Por supuesto, también escucha música y se conecta a las redes, como cualquier jovencita. Pero la alquizareña Yainet Coronado López sueña con ser campeona olímpica, y confía en lograrlo con entrega y sacrificio.
Anda tras los pasos de Daría Bilodid, la ucraniana que fue campeona mundial con 18 años y bronce en Tokyo 2020. Lázaro Llorente Echenique, su entrenador de base y de la Eide se la enseñó y, de inmediato, se identificó con ella. “Somos muy parecidas compitiendo. Siempre me he reflejado en ella como un ejemplo a seguir”.
Había sido conquistada mucho antes, desde tercer grado, cuando la mamá (Yurién López, otra prendada de los tatamis) la llevó a un colchón y no pudo escapar de su embrujo. Esta muchacha tan determinada, de apenas 17 años, que estudia en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado, en La Habana, obtuvo una de las dos medallas de oro de Cuba en judo, en los VI Juegos Deportivos Escolares Centroamericanos y del Caribe de Venezuela 2023.
Recuerda el combate contra la colombiana María Camila Bermúdez, a quien derrotó con un osoto makicomi y el ippon que la hizo campeona.
Tanto la inspira ese horizonte bajo el emblema de los cinco aros, que no le importa el cansancio de entrenar, después de batirse con Matemáticas, Historia, Español…
“Pese a todo el sacrificio, me motiva una meta, un sueño que quiero cumplir: las Olimpiadas de Los Ángeles 2028. Mis amigos me dicen que siga adelante, que puedo alcanzarlo”.
Igualmente en 2023, en el Abierto Panamericano disputado en Varadero, se convirtió en campeona panamericana junior. Era su primera competencia internacional.
“Comencé contra una matancera y le gané con mi técnica favorita: kouchi gake (de pierna). El segundo combate fue el más fuerte, contra Carbonell, del equipo nacional; le gané por descalificación y un wazari”.
Hace apenas dos días, durante su segunda incursión en esa lid de Varadero, consiguió la presea de bronce, tras superar a María Vargas, caer ante Yunaisy Roque y vencer en el repechaje a Yelsis Mendez.
Yainet tiene un mundo por delante. Con sus éxitos, habrá de derrotar adversarias… y prejuicios de quienes no consideran al judo un deporte femenino. Los enfrentará de pie, en tachi waza, como prefiere trabajar en sus combates.
Dice que los entrenadores le prestan formidable atención y la ayudan a prepararse cada vez mejor, que los nervios siempre afloran el día de la competencia, pero cuando calienta y sube al tatami desaparecen.
Allí únicamente caben los sueños. Antes se dejó el alma en los entrenamientos. Ha hecho un hábito del trabajo duro, incluso una diversión muy seria; sabe que ese empeño dará frutos, que no hay atajos cuando quieres llegar tan lejos.