Artemisa venció 6-4 a Villa Clara, gracias a que eso de “la técnica es la técnica”… no siempre funciona. Pregúntele a Ramón Moré, el director de los Azucareros: con marcador de 4-0, y cuando Alain Sánchez había permitido solo tres jits a los Cazadores y ponchado a seis, trajo a Dairon Casanova para abrir el séptimo, y entonces los de casa se rebelaron.
Justo al primer lanzamiento, Andi Cosme lo recibió con jonrón. Logró retirar a Solano, Dainel López y Yoelkis Baró, pero en el octavo se combinaron inatrapables de Yoan Moreno, La Tejera y José Antonio Jiménez, más boleto a Osbel Pacheco. Aunque Pedro Castillo intentó el rescate, no pudo evitar un Texas de Cosme y bambinazo de Solano.
En un abrir y cerrar de ojos, el 4-0 se convirtió en el definitivo 6-4. Por supuesto que la ventaja invitaba a dar descanso al abridor, después de seis capítulos completos; mas, por algo dicen que la pelota es redonda y viene en caja cuadrada. La técnica, la táctica, la ciencia o el béisbol moderno no pueden predecir la riqueza del terreno de juego… ni el ansia de triunfo del equipo anfitrión.
Tan veleidoso es este deporte que la actuación del zurdo Geonel Gutiérrez, autor de ocho ponches y tres boletos en seis innings y un tercio, se ensombreció primero con cuadrangular solitario en el quinto y con dos sencillos en el séptimo, pues, al rescatista Israel Sánchez, Mailon Alonso le conectó su segundo cuadrangular de la tarde.
Ni Alain Sánchez ni Geonel pudieron anotarse el triunfo: el desafío lo ganó el marieleño Sánchez, y lo perdió Castillo.
Del cierre en el noveno episodio se encargó una leyenda viva, José Ángel García. Quizás fue premonitorio el homenaje a sus 300 salvamentos, antes de comenzar el partido. Hoy consiguió su tercer salvado en esta aún joven campaña: el 301 de por vida. ¡Y el récord sigue creciendo!
Así los pupilos de Yulieski González regresaron a los puestos de clasificación. Están ubicados en la octava plaza, con nueve victorias y nueve reveses, abrazados a los Cocodrilos de Matanzas.