Mientras el personaje de Armando en la telenovela Viceversa gana popularidad entre los cubanos por la sensibilidad y complejidad de su conflicto, en la vida real vale la pena contar las historias de superación cotidiana, porque la resiliencia, esa capacidad de adaptarse a las adversidades, podemos encontrarla en muchos testimonios.
Así llegamos al artemiseño Osley Fabelo Garrido, a quien se le puede ver ejerciendo varios oficios en su Bahía Honda natal. Aunque se le reconoce fácilmente como emprendedor transportista en cualquier arteria o trillo de la ciudad, hay mucho más por develar de su rutina.
“En el año 2008 tuve un accidente por aplastamiento, un derrumbe, que me fracturó la columna por tres secciones lo cual me provocó una paraplejia. También me causó la fractura de nueve costillas que me perforaron los pulmones, el bazo y el diafragma”.
Cuando rememora lo sucedido procura destacar su gratitud por la oportunidad de seguir venciendo prácticamente con una nueva vida.
“Los médicos estuvieron muy comprometidos, porque mi salud peligraba. Ahora gracias a ellos y a Dios estoy vivo, en una silla de ruedas, pero quiero demostrarles a las personas como yo, que donde quiera que uno esté, la vida es linda, y se pueden hacer muchas cosas.
“Yo manejo, me hice un riquimbili (triciclo a motor criollo) para moverme, también lleno fosforeras, sueldo, cojo ponches, despalmo machetes, coso zapatos; siempre estoy ocupado. Nosotros debemos sentirnos ocupados y útiles”.
Mientras me habla, va de un lado a otro mostrando cómo realiza todas estas labores, con una agilidad que inspira.
“Cada día debemos demostrarle a la sociedad que podemos, aunque estamos en una silla de ruedas. A veces nos caemos, pero nos levantamos, vamos creando destrezas, habilidades que ayudan mucho” -dice mientras monta en su riquimbili y sale rodando hasta la carretera con la banda sonora de un perrito que le corre detrás moviendo la cola y el saludo de unos cuantos que pasan a caballo, a pie, o en otros vehículos.
Regresa, reanuda la conversación y agrega con una sonrisa cómplice: “Yo tengo mi familia, muy hermosa. Tengo a mi mamá y a mi papá, he estado casado y me ha ido bien cuando he estado con mi pareja.
“Hay personas que con sus dos pies funcionando, no pueden hacer actividades que yo hago estando en esta situación, pero es bueno siempre proponerse alguito más. Todo lo que podamos o queramos hacer, cumplirlo, sin dejar nada para mañana”.




Fotos: Romario Iglesias Duque