Siempre el Portal de la Prensa, en la esquina de 33 y 44, en la ciudad cabecera de los artemiseños, trae para nuestro periódico sorpresas y anécdotas, entre amigos, lectores, vecinos, y también junto a colegas, artistas del patio, colaboradores de Comercio, de la Casa de la Música, del cine local, de la Unión Periodistas de Cuba.
Esta vez, 11 de enero, confluyeron las buenas vibras de una noche amenazada por la lluvia, donde insistimos en celebrar los 13 años del periódico provincial, y no hubo mejor elección que sentar, cerca de María Caridad Guindo, la periodista y locutora, anfitriona además del espacio, a dos fundadores que estas páginas y la vida los une en el amor y la profesión.
Adianez Fernández Izquierdo, subdirectora de el artemiseño desde el 2012, y Otoniel Márquez, fotorreportero de este medio desde el primer día en 2011, expresaron tanto de gratitud como de compromiso, por este adolescente de 13 años, que hemos ido formando entre todos, con voluntad y deseos de hacer, expresaron, casi literalmente.
Yara Veliz volvió con su voz a iluminarnos, ella tan profesional y sencilla, acudió al Portal, y hasta se hizo acompañar de una atrevida profesional nuestra, la subdirectora Giselle Vichot, quien tomó el micrófono, sellando su primera vez de aplausos colectivos al cantar en público.
Los talentosos chicos del maravilloso Temperamento de Luminitza Medina, también llagaron al Portal de la Prensa, y la acera de volvió su escenario para deleitarnos con su arte; mientras la coctelería del joven Rolando Suárez, era cómplice de la noche de aniversario.
Juan Carlos Ramírez Heras, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba, junto a Odalis Acosta Góngora, la presidenta de la delegación provincial, acompañaron al semanario en sus 13 años, junto a otra fiel seguidora, Nilda Hernández, quien dirige la Oficina de Atención a la Población en el Gobierno provincial, y apoya de manera incondicional la sección El Pueblo opina.
Quedan, de la festiva noche, imágenes y otros recuerdos; queda, asimismo, el reto de volver a reunirnos siempre que haya pretextos, pues de momentos como este, también se aviva el colectivo de trabajo de la esquina de 33 y 44, el artemiseño.





