Cierto, la lluvia salvó a los Leones el domingo de la lluvia de flechas que se les venía encima esa tarde, pero apenas retrasó el desenlace hasta el mediodía del lunes, cuando los Cazadores concretaron el nocaut 11-1, y 30 minutos después le asestaron una nueva derrota.
El aguacero dominical había dejado a Osbel Pacheco al bate con bases llenas sin out y apreciable ventaja de 7×1 para los de casa. Así reinició el pleito este lunes. Y el camarero artemiseño no desaprovechó su oportunidad: ¡línea al jardín izquierdo impulsó a Raúl González y Dennis Laza!
A continuación, Andy Cosme conectó fly de sacrificio que permitió a José Antonio Jiménez correr hacia la goma.
No fue posible alcanzar la diferencia de diez carreras en ese capítulo; sin embargo, en el siguiente Laza se embasó por jit, avanzó a segunda cuando Raúl González recibió pasaporte gratis, y anotó por cañonazo de Jiménez.
Del resto se encargó el derecho Israel Sánchez, que lanzó los tres innings a ritmo de tres sencillos, un ponche, un boleto y ninguna carrera.
Como el desafío no pasó de la séptima entrada, se jugó también el previsto para esta jornada. Yunieski García colgó el primer cero a los Azules sin sobresaltos, en tanto sus coequiperos fabricaron dos carreras, por indiscutibles de Luis González, Frederich Cepeda, Laza y Jiménez.Aunque fue un aviso de la convicción de triunfo de los Cazadores, este encuentro resultó más cerrado. Los visitantes ripostaron con una en el segundo episodio, e incluso tomaron ventaja en el cuarto con otras dos.
Ya en el quinto los anfitriones marcaron las tres decisivas, al combinar jit de Laza, doble de Raúl González, base intencional a Jiménez y boleto a Pacheco con bases llenas, más indiscutible de Cosme que remolcó dos.
La pizarra volvió a congelarse con el marcador de 5-3, hasta que Cepeda sacudió soberbio bambinazo por el jardín derecho en el octavo, para sumar una más.
Es preciso decir que, tras los cinco capítulos de Yunieski (tres carreras, dos de ellas limpias), le sustituyó Osdany Rodríguez y liquidó el sexto, pero en el séptimo su descontrol lo sacó del box e hizo su aparición Liván Moinelo, quien ponchó a cuatro de los ocho bateadores enfrentados, víctimas de una velocidad inusual en la Liga.
Con un cariñoso aplauso del público, dejó el montículo ya listo para el cierre, en manos del mítico José Ángel García. Entonces, los Leones quisieron rebelarse: dos inatrapables y una carrera alertaron a Yulieski González de que no era el día del Barbero de Guanajay; trajo a José Ignacio Bermúdez… ¡y sanseacabó!
A león que no quiere ser cazado, dos flechazos. Un par de victorias en el estadio 26 de Julio podrán no ser definitivas, pero sí un resultado excelente. Los Leones regresan muy heridos a su guarida, mientras sus victimarios lucen más inmensos aun. Encima, garantizan que la serie regrese a Artemisa, si no termina antes, en el Latino.
Los aficionados de la joven provincia guardarán para la historia estos triunfos 11-1 y 6-4, con el dulce sabor de ver a unos Cazadores indetenibles… en la pelea por hacer realidad unos sueños que crecen cada día.
Estos chicos batearon 12 jits en el primer choque y 15 en el segundo, ante una fanaticada enardecida. Ya no parecen tan locos quienes los consideran favoritos.