Con una tasa de mortalidad infantil de 3,9 por cada mil nacidos vivos, Artemisa se ubica entre las seis provincias cubanas que alcanzaron números inferiores a la media del país, cuya cifra descendió en 2023 a 7,1 , resultado palpable del esfuerzo de los más de 400 mil trabajadores del sector, informó el Ministerio de Salud Pública (Minsap).
“No se trata de cuánto hacemos sino de cuánto amor ponemos en lo que hacemos”, subrayó Yanelis Amador Borrego, directora provincial de Salud quien además destacó la labor esmerada de los trabajadores del sector, en los diferentes niveles de atención, para poder exhibir tales indicadores.
Lograron un trabajo significativo los municipios Guanajay, Güira de Melena, Alquízar y Candelaria que no reportaron fallecidos, muestra del excelente trabajo del Programa Materno Infantil (PAMI) en la Atención Primaria de Salud.
En el resto del país, otros territorios, aunque no consiguen mostrar tasas inferiores a la media nacional, sí es alentador observar cómo mejoran en proporción a su comportamiento durante el año 2022: La Habana, de 9, 5, en el 2022, a 7,9, en el 2023; Santiago de Cuba, de 9,9 ahora tiene 8,0; Guantánamo, de 9,7 a 9,0, y Mayabeque, de 12,2 a 9,1 , explicó la doctora Catherine Chibás Pérez, Jefa Nacional del Programa Materno Infantil (PAMI), en comunicado de prensa publicado este 2 de enero.
«Según datos preliminares, se reporta al cierre del año por la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas del MINSAP, 90 mil 374 nacidos vivos, y una disminución de la tasa de mortalidad preescolar, de 4,1 a 3,6 por 10 mil habitantes, con 35 fallecidos menos en este grupo de edad; en tanto la escolar también reduce de 2,4 a 2,1 por 10 mil habitantes, representando 28 decesos por debajo con respecto al 2022», añadió.
«De igual manera, las buenas nuevas se extienden a la tasa de mortalidad materna en Cuba, que desciende de 40,9 en el 2022 a 38, 7 por 100 mil nacidos vivos en el 2023. Logros de un trabajo conjunto en las instituciones de Salud, a partir de la introducción de innovaciones tecnológicas en la atención obstétrica; del mayor seguimiento al alto riesgo; de la evaluación diferenciada a las mujeres; y de otras notables estrategias para la reducción de parámetros negativos en lo que para el sector es prioridad y compromiso, esencia y conquista genuina de la Revolución».
Chibás Pérez insistió en que fueron incontables los esfuerzos y la consagración que en este camino se dedicaron a las afecciones perinatales, como causa principal de mortalidad infantil en el menor de un año relacionadas fundamentalmente con el bajo peso al nacer, la prematuridad y el retardo del crecimiento intrauterino, además de las malformaciones congénitas y la sepsis adquirida.
«Preocupaciones y ocupaciones constantes del PAMI, que hizo posible que la tasa de mortalidad infantil por defectos congénitos en el 2023, descendiera de 1,0 por 1000 nacidos vivos al cierre del 2022, a 0,7. Es esta, entre las causas de muerte del menor de un año, la que más decrece en la Isla, dijo, en comparación con el anterior, que iguala el dato del 2020 y constituye la más baja registrada por malformaciones congénitas en Cuba y el mejor indicador de su tipo en las Américas».
En su valoración la especialista destacó cómo en los últimos ocho años la tasa de transmisión materno infantil del VIH ha sido igual o menor al 2% y se mantienen las condiciones que nos acreditaron como primer país que eliminó la transmisión materno infantil de VIH-Sida y sífilis en la región.
Chibás Pérez resalta en este contexto la actualización e implementación del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia; el funcionamiento de consultas infanto juvenil y de reproducción asistida; las iniciativas del Macroprograma de Desarrollo Humano, Equidad y Justicia Social; la atención prenatal calificada; los programas de vacunación y de la puericultura; «derechos de los seres humanos que en Cuba reciben prioridad con el respaldo del Gobierno y el MINSAP, en aras de garantizar el bienestar de niños, gestantes y puérperas».
En sus palabras resume que el 2023 resultó un año matizado por el admirable esfuerzo de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud en los diferentes niveles de atención, lo que ha propiciado alcanzar mejores indicadores en todos los aspectos medibles del programa materno infantil, en comparación con el año 2022; «no estando aún en correspondencia con la tendencia a la disminución que mostraba la nación antes de los años de la pandemia, pero sí con tendencia a decrecer».
«El Sistema Nacional de Salud tiene bien claras sus responsabilidades y compromiso con la vida de cada una de nuestras mujeres en edad fértil, y apuesta en este 2024 por continuar contribuyendo con el desarrollo de la niñez y la adolescencia plenas de cada cubano en edad pediátrica».