Para El Baldo, la enseñanza de la Matemática es una misión la cual lleva incluso dentro de su casa. Y no lo digo en sentido figurado. Las paredes del hogar, donde vive junto a su compañera de viaje, Mercedes, durante muchos años han sido cómplices de la evolución de cada estudiante que agobiado por los «problemas» de la vida encontró allí la metodología necesaria para dominar una ciencia compleja.
No importa si son aspirantes de noveno grado deseosos de desandar los pasillos del IPVCE, o quienes buscan un lugar en concursos u olimpiadas, o intentan vencer las preocupantes pruebas de ingreso a la Educación Superior, o les restan pocos días para licenciarse… en Alquízar lo buscamos a él. Es una especie de «sacerdote» cuyas dotes nos ayudan a buscar respuestas basadas en certezas y no solo en creencias o emociones.
Máster en Ciencias de la Educación y Profesor Auxiliar en la Universidad de Artemisa, René Baldriche Rodríguez no solo es un hombre inteligente, también es un excelente pedagogo y defiende a ultranza una idea: «solo un profesor creativo, un intelectual transformador, un docente investigador es capaz de modificar la realidad actual de nuestras aulas».
A escasos días de homenajear a quienes llevan una vida apegada a similares preceptos, El Baldo accedió a dialogar sobre lo que piensa acerca la enseñanza de la Matemática, después de 50 años dedicados a este ejercicio.
«Parafraseando al profesor de profesores Davidson, un maestro o profesor en formación de cualquier asignatura, y en particular, de Matemática, ha de entrar a su aula con un sólido conocimiento del tema que va a exponer; ha de poseer, además, un buen dominio del programa a impartir y una visión panorámica de la asignatura de manera general».
«Un profesor que entre al aula con una buena clase preparada, con deseos de dar lo mejor de sí mismo y de entregarse por completo siempre inspirará confianza y por consiguiente ganará el cariño y el respeto de sus discípulos.
«Hay que tratar que los profesores en formación quieran aprender Matemática como deseo y corresponde a su mentores le muestren cuán bello puede llegar a ser su estudio, porque realmente aprendemos bien todo cuanto nos agrada y complace nuestros sentidos.
«Los profesores en el aula debemos esforzarnos para presentar ante los ojos de los educandos una asignatura interesante capaz de colmar sus aspiraciones intelectuales».
Este experimentado profesor entiende además el valor de la sociedad de la información y dentro de ella el uso de las tecnologías como una herramienta imprescindible para las autopreparación, la investigación sostenida, la consulta de bibliografía novedosa…
«Así los estudiantes o futuros profesores tendrán la oportunidad de relacionar los contenidos de su clase con situaciones y problemas cotidianos y de otras ciencias, comprender la utilidad de lo aprendido y relacionarlo con anécdotas y pasajes de la vida diaria».
«Asimismo, el profesor debe seleccionar cuidadosamente los ejercicios y problemas. Para ello procurará tener en cuenta el nivel de sus educandos y posibilidades de desempeño. Así cuando la ocasión lo permita, destacará los aciertos y pequeños triunfos de los discípulos por sus preguntas originales o la solución correcta de problemas y ejercicios. Tratará de enseñarlos a hacer inferencias por medio de distintos procesos y métodos».
Pero la misión más importante de quienes impartimos esta asignatura es hacer que los estudiantes sepan a través de ella, y por distintos caminos, demostrar una “verdad”.
En sus consejos para quienes decidan hacer de la enseñanza de la Matemática una forma de vida no van solo la experiencia personal por tantos años consagrados al magisterio. Va también la huella de sus mentores y por ello intenta retribuirlo.
Inspirar el amor por la ciencia, estimular el interés de sus alumnos, desafiar su intelecto, resolver los asuntos más arduos y complicados de manera lógica, es el mayor de los deseos.
Ahora después de jubilado y reincorporado en el Centro Universitario Municipal de Alquízar, busca esos incentivos en los alumnos de las carreras de Agronomía y Matemática. En ellos, seguro va el agradecimiento sincero por tanta entrega y profesionalidad.