Parecía alzarse con la misma hidalguía de Mella, Rubén y José Antonio. Kevin Alejandro Jerez Medina, quien cursa el tercer año de Licenciatura en Enfermería, sostuvo con firmeza que estaba en el Mausoleo a los Mártires de Artemisa para reclamar el fin del genocidio contra Palestina, “en nombre de la Facultad de Ciencias Médicas, de la comunidad universitaria, de la FEU, hoy en su aniversario 101”.
No es el 20 de diciembre un día cualquiera, pues también el ilustre autor de La pupila insomne llegó al mundo en esta jornada, de 1899. Con una intransigencia muy similar a la suya, miles de artemiseños acudieron al altar más sagrado de esta tierra, a exigir el fin de la masacre de Israel en la Franja de Gaza.
“Para la Salud Pública cubana se torna incomprensible y cruel la muerte de civiles y niños en tal inhumano conflicto”, proclamó Jerez Medina. De acuerdo con datos en medios oficiales, la cifra de infantes asesinados asciende a más de siete mil, desde el inicio de la contienda en octubre.
“No podíamos mantener una postura diferente a la condena de los asesinos, cuando las aspiraciones neoliberales e imperialistas se justifican en bombardeos y sangre, como expresión de la terrible postura criminal mantenida en Oriente Medio”, aclaró.
En tanto, Darién Alejandro Hernández Alfonso, delegado directo de la Universidad de Artemisa al XII de la UJC, hizo suyo el legado del Apóstol al afirmar que “el que vive en la infamia o la codea en paz, es un infame. Abstenerse de ella no basta, se ha de pelear contra ella. Ver en calma un crimen es cometerlo”.
La intervención del estudiante de tercer año de Derecho se refirió a los antecedentes de la querella, desde la Declaración de Independencia de Israel en 1948 y los sucesivos enfrentamientos con sus vecinos, principalmente árabes y musulmanes.
“Desde que comenzó la ocupación en junio de 1967, las implacables políticas israelíes de confiscación de tierras, asentamientos ilegales y desplazamientos, sumadas a la discriminación generalizada, han infligido un sufrimiento inmenso a la población palestina, despojándola de sus derechos fundamentales.
“La política israelí de construir y expandir asentamientos ilegales en tierras palestinas ocupadas es una de las principales muestras de la violación sistemática de los derechos humanos, como resultado de la ocupación”, señaló Hernández Alfonso.
Con banderas de Cuba y Palestina, invocar la paz es deber urgente en cualquier rincón del orbe. Junto a la fuerza de la oratoria de ambos jóvenes, tampoco faltó el poema enardecido Por esta libertad, de Fayad Jamís, con voz y guitarra de Yaimara Domínguez y Jorge Félix Lavandera.
Yara Veliz se adueñó de la inspiración de Dany Rivera, Somos Palestina y Yunisleydis Pérez con La era, de Silvio Rodríguez, himno de esperanza en tiempos de barbarie e indiferencia.
Entre las bombas, no hay navidad posible. La ciudad, considerada cuna del cristianismo, hoy se ahoga bajo los escombros y el dolor. Ningún titular de los grandes consorcios de la comunicación complace, o es capaz de resumir la tragedia, pero de algo estoy convencida y lo suscribo: “Si Jesús naciera hoy, lo haría bajo las ruinas de una casa en Gaza”.











