Cual feliz coincidencia que invita a celebrar el primer día de octubre el Día Internacional del Café y, en el propio mes, 19 amaneceres después, el Día de la Cultura Cubana, el artista artemiseño Oniel Rodríguez López aprovechó la oportunidad para darle vida a la exposición personal Concaféarte, que hasta el próximo 30 de octubre sorprende a quienes frecuentan la Cafetería Dayu´s, enclavada en el centro de la ciudad española de Lugo.
Conformada por 15 cuadros, la muestra está hecha ciento por ciento con café sobre papel, y se inspira, fundamentalmente, en paisajes de Lugo, el lugar donde reside actualmente el pintor, natural de Guanajay y acogido, más tarde, en seno marieleño.
“Hace más de cuatro años empecé a trabajar con café; tenía muchos deseos de hacer una exposición basada solo en esta técnica, y que el espacio elegido para presentarla fuera precisamente una cafetería, de manera que existiera una conexión entre la bebida con qué están elaboradas las obras y el lugar donde esta se consume.
“La dueña del local también es cubana; en su momento le propuse la idea y le encantó, así que comencé a crear piezas que tuvieran que ver con el entorno donde este se encuentra. No habíamos decidido una fecha en concreto; se me ocurrió buscar cuándo se celebra el Día Internacional del Café y justamente coincidía con el primero de octubre, en el mes de la cultura cubana, y que mayor orgullo para mí, que poder concebir una exposición que también represente el arte emanado desde nuestro país”.
De esa forma, confluyeron fachadas de edificios, así como de cafés y bares, sitios emblemáticos de la ciudad, lugares que le llamaron la atención como la Muralla Romana que, según comenta Oniel, al ser patrimonio de la humanidad cobra una gran relevancia, y consideró debía incluirla.
“Quiero seguir perfeccionando esta técnica, que es, junto a la acuarela, la que más predomina en los últimos tiempos en mi quehacer. Próximamente, participaré en algunos eventos a los que he sido invitado a fin de hacer demostraciones desde la técnica del café; impartiré talleres a otros amantes del arte, que quieran utilizarla, ya que, si bien no la inventé, soy de los pocos que últimamente se dedican a pintar haciendo uso de la misma”, comenta.
“Esas oportunidades te dan fuerzas para seguir trabajando y continuar esta línea, que es bastante desconocida: no todo el mundo sabe que con café se pinta, ni todo el que ve una pintura con este se percata de qué está hecha. Cada vez son más los que se suman a trabajarla y a aprender también, porque es muy sencilla en principio, pero hay que dominar ciertos elementos del pigmento, conocer cómo se desarrolla en el papel, cuáles son sus características específicas, para poderlo manejar de una mejor manera”.
