¿Un nuevo proceso de rendición de cuentas a la vista? Quizás fue la reacción de muchos al conocer sobre la proximidad de este ejercicio de transparencia política, tan exigente y vital para el diálogo entre electores y elegidos, en la construcción colectiva de la Cuba a la cual aspiramos.
Se trata del primero correspondiente al décimo octavo mandato de los Órganos Locales del Poder Popular, en medio de una situación socioeconómica harto compleja, apatía, falta de recursos materiales e incertidumbre, esa sensación que algunos se resisten hasta a oír; mas, imposible de ignorar.
Bajo estas condiciones, una vez más los delegados, quienes viven en las comunidades y padecen junto a los vecinos las mismas carencias, han de informar sobre su gestión en asambleas, para algunos por primera vez, otros después de casi dos años.
Estas reuniones deben contar con el apoyo de los gobiernos provinciales y las administraciones locales, quienes garantizarán, a solicitud del presidente de la Asamblea Municipal, la participación de sus directivos, aseguró Miriam Brito Sarroca, presidenta de la Comisión de Atención a los Órganos Locales de la Asamblea Nacional del Poder Popular, de acuerdo con un reporte de Cubadebate.
Y si la intervención de los directivos siempre ha sido necesaria para el desarrollo de estos intercambios, a partir del 15 de octubre se le pudiera catalogar de imprescindible en no pocos barrios, donde se reiteran planteamientos históricos que aluden a esa entidad.
A esas reuniones no pueden asistir funcionarios desconectados de las realidades, sin argumentos convincentes ni conocimiento de los asuntos que se abordan. Acompañar al delegado en tales espacios trasciende el simple hecho de asistir y ser presentado; implica respeto hacia los allí congregados y el cumplimiento de un encargo social nada despreciable.
Sabemos que no hay soluciones a corto plazo para muchas inquietudes, pero sí existen planes de la economía, inversiones detenidas en el tiempo por no se sabe qué motivo concreto, y promesas heredadas de otra época o administración.
¿Que toca explicar una vez más?, es preciso. Ofrecer toda la información posible, esclarecer las preguntas que corresponda, ser claros sobre lo que no se va a enmendar, además de convocar a la ciudadanía a poner fin, con sus propias manos, al vertedero de la esquina, a la hierba del solar, a la música alta…, males de la cotidianidad, de los que no requieren planificación desde el año anterior, papeles, firmas y despachos.
Hasta el 30 de noviembre hay una nueva oportunidad para motivar, inyectar esperanzas, solucionar entuertos y convertir nuestro pedacito en un lugar más agradable, donde la búsqueda de alternativas le haga frente a los problemas.
Lo afirmo tras saber hace poco de cómo la unidad de un grupo de vecinos en Artemisa eliminó un peligro mortal para sus familias y los transeúntes. Esas historias al menos demuestran que no todo anda perdido, que el barrio también puede sacudirse sus tristezas, y si cuenta con el liderazgo del delegado y el aporte del sistema empresarial, mucho mejor.