Moldear el barro para crear cerámica utilitaria, fue el punto de partida de Jorge Armando Acosta, su esposa Zoraida Posada González y su hija Maday Acosta.
Veinte años después, ¨Barro sin berro¨ es un proyecto consolidado, su reputación y sus creaciones sobrepasan las fronteras nacionales.
Y es que ¨Barro sin berro¨ no solo es un proyecto comercial , también es un proyecto para la comunidad pues ofrece empleo a los ariguanabenses y realiza un importante trabajo con los niños.
A ellos estuvo dedicado, del 21 al 25 de agosto, el ¨Taller de Verano¨, iniciativa que en las palabras de Maday ¨…surgió con la necesidad de entretener a los hijos e hijas de los trabajadores¨ que esta semana junto a otros niños, demostraron ingenio y ganas de aprender pues recibieron lecciones sobre el trabajo con el barro.



Barro sin Berro quiere perdurar, y para ellos cuenta con las nuevas generaciones / Fotos: José Anibal Ramos
Durante cinco días, los más pequeños de casa junto a sus padres ,vivieron el proceso de creación de sus propias piezas en forma de lozas, sobre las cuales ¨navegaron barcos, volaron aves y mariposas, despegaron naves espaciales y hasta un gato visitó la luna¨, motivos que luego fueron pintados y estarán expuestos en un mural para ese fin.
Magnífica experiencia de este emprendimiento familiar que después de dos décadas sigue moldeando, no solo el barro, sino también el alma de esos pequeños que reciben un ¨toque¨ de cultura y buen gusto. Quizás en ellos estará el futuro y la garantía de que habrá ¨Barro sin berro ¨ por muchas generaciones.